¹² Y me volví para ver de quién era la voz que hablaba conmigo. Y al volverme, vi siete candelabros de oro^(A); ¹³ y en medio de los candelabros^(B), vi a uno semejante al Hijo del Hombre^[a](C), vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies^(D) y ceñido por el pecho con un cinto de oro^(E). ¹⁴ Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la blanca lana^(F), como la nieve; sus ojos eran como llama de fuego^(G); ¹⁵ sus pies semejantes al bronce bruñido^(H) cuando se le ha hecho refulgir en el horno, y su voz como el ruido de muchas aguas^(I). ¹⁶ En su mano derecha tenía siete estrellas^(J), y de su boca salía una aguda espada de dos filos^(K); su rostro^(L) era como el sol cuando brilla con toda su fuerza^(M). ¹⁷ Cuando le vi, caí como muerto a sus pies^(N). Y Él puso su mano derecha sobre mí^(O), diciendo: No temas^(P), yo soy el primero y el último^(Q), ¹⁸ y el que vive^(R), y estuve muerto^(S); y he aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades^[b](T). ¹⁹ Escribe, pues^(U), las cosas que has visto, y las que son^(V), y las que han de suceder después de estas^(W). ²⁰ En cuanto al misterio^(X) de las siete estrellas^(Y) que viste en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro^(Z): las siete estrellas^(AA) son los ángeles^[c] de las siete iglesias^(AB), y los siete candelabros^(AC) son las siete iglesias.

¹⁹ Escribe, pues^(A), las cosas que has visto, y las que son^(B), y las que han de suceder después de estas^(C).