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Canta el amado

Qué bella eres, amada mía,
    eres realmente muy hermosa.
Tus ojos parecen dos palomas
    detrás de tu velo.
Tu cabello es largo y ondulado;
    cae como un rebaño de cabras
    que baja por los montes de Galaad.
Tus dientes son blancos como ovejas esquiladas
    que acaban de bañarse.
Todas tienen gemelos,
    no falta ni una.

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