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Los israelitas volverán a su tierra

30 »Todo lo que te he dicho te va a suceder; disfrutarás de las bendiciones y sufrirás las maldiciones. El SEÑOR tu Dios te arrojará bien lejos, a otras naciones. Estando allí lo pensarás dos veces. Si vuelves al SEÑOR tu Dios y lo obedeces, tú y tus hijos, de todo corazón y con toda el alma, de acuerdo a todo lo que yo te mando hoy, entonces el SEÑOR te rescatará. Él será bueno contigo y te reunirá de nuevo de entre todas las naciones en que el SEÑOR tu Dios te habrá arrojado. Aun si hubieras sido obligado a ir hasta el final de la tierra, el SEÑOR tu Dios te reunirá de allá y te traerá de vuelta. El SEÑOR tu Dios te traerá a la tierra que tus antepasados poseían y tú la poseerás; te hará más próspero y numeroso que tus antepasados. El SEÑOR tu Dios te hará la circuncisión a ti y a tu descendencia, pero en esa ocasión será en el corazón, para que ames al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con todo tu ser y así tengas vida.

»El SEÑOR tu Dios mandará todas estas maldiciones a tus enemigos y a todos los que te odian y persiguen. Luego tú obedecerás de nuevo al SEÑOR y cumplirás todos sus mandamientos que hoy te doy. El SEÑOR tu Dios te prosperará abundantemente en todo lo que hagas. Tendrás muchos hijos, tus animales tendrán muchas crías y tu tierra producirá muchas cosechas, porque el SEÑOR estará nuevamente determinado a hacer que prosperes. Lo hará de la misma forma como estuvo determinado a hacer que prosperaran tus antepasados. 10 Así te bendecirá cuando tú obedezcas al SEÑOR tu Dios al cumplir sus mandamientos y sus normas que están escritas en este libro de la ley, porque te volviste al SEÑOR tu Dios de todo corazón y con toda el alma.

11 »Con toda seguridad que estos mandamientos que te ordeno hoy no son muy difíciles para ti, ni están fuera de tu alcance. 12 Estos mandamientos no están en el cielo para que digas: “¿Quién irá al cielo por nosotros y nos los traerá de nuevo para que los podamos oír y obedecer?”; 13 y estos mandamientos no están al otro lado del mar para que digas: “¿Quién irá al otro lado del mar y nos los traerá de nuevo para que los podamos oír y obedecer?” 14 Porque la palabra está muy cerca de ti; en tu boca y en tu interior para que la obedezcas.

15 »Mira, hoy te doy a escoger entre la vida y la muerte, entre lo bueno y lo malo, entre la vida y el éxito, o la muerte y el desastre. 16 Si obedeces los mandamientos del SEÑOR tu Dios[a] que te ordeno hoy, amas al SEÑOR tu Dios, vives como él manda y obedeces sus mandamientos, normas y leyes, entonces vivirás y te multiplicarás, y el SEÑOR tu Dios te bendecirá en la tierra que vas a tomar en posesión. 17 Pero si te alejas, no lo escuchas, te dejas arrastrar y adoras y sirves a otros dioses, 18 entonces hoy te advierto que con toda seguridad serás destruido. No vivirás mucho tiempo en la tierra que vas a tomar en posesión, después de cruzar el río Jordán.

19 »Llamo hoy al cielo y a la tierra para que sean testigos: Yo te estoy dando a escoger entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Así que elige la vida para que tú y tus descendientes puedan vivir, 20 amando al SEÑOR tu Dios, obedeciéndolo y estando cerca de él, porque al hacer esto tendrás vida y permanecerás por mucho tiempo sobre la tierra que el SEÑOR prometió darles a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob».

Footnotes

  1. 30:16 Si obedeces […] Dios Según LXX. TM no tiene estas palabras.

Condiciones para la restauración y la bendición

30 Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios, y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará; y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres. Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron. Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres, 10 cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. 12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? 13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? 14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.(A)

15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, 18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. 19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; 20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham,(B) Isaac(C) y Jacob,(D) que les había de dar.