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Si tienen amigos,
no los traten como a enemigos.
Esa conducta es de pecadores,
y les creará mala fama.

Los malos deseos

2-3 Si se dejan dominar por sus deseos,
arruinarán sus vidas.
Los caprichos son como el fuego,
que quema las ramas de un árbol
y arruina sus frutos,
dejando un tronco seco.
Los que tienen malos deseos
siempre acaban en la ruina
y son la burla de sus enemigos.

Amigos buenos y malos

El que habla con dulzura
se gana muchos amigos.
De mil personas que saludan,
sólo uno puede llamarse amigo,
pero antes de confiar en él
hay que poner a prueba su amistad.
Hay amigos según la ocasión:
lo son cuando todo va bien,
pero se olvidan de ti
cuando más los necesitas.
Otros se vuelven tus enemigos,
y para hacerte quedar mal
cuentan por qué se pelearon.
10 Otros se sientan a tu mesa,
pero no los vuelves a ver
cuando te hallas en problemas.
11 Mientras te va bien,
son uña y carne contigo;
12 pero si te va mal,
se ponen en contra tuya
y no los vuelves a ver.
13 Es mejor alejarse de los enemigos,
y tener precaución con los amigos.

14 Encontrar un amigo fiel
es como dar con un tesoro
o como hallar un refugio seguro.
15 Un amigo fiel no tiene precio:
su valor no se mide con dinero.
16-17 Un amigo así nos salvará la vida.
Si obedecemos a Dios,
hallaremos ese amigo,
y sabremos reconocerlo
porque él también obedece a Dios.

Hay que adquirir sabiduría

18 Queridos jovencitos,
acepten las buenas enseñanzas
ahora que son jóvenes;
así, cuando lleguen a viejos
seguirán siendo sabios.
19 Sigan el ejemplo del campesino:
primero trabaja la tierra,
después siembra la semilla,
y luego espera tranquilo
una abundante cosecha.
Si se esfuerzan por ser sabios
tal vez se fatiguen un poco,
pero luego podrán disfrutar
de muchos beneficios.

20 La gente tonta y necia
no soporta que se le enseñe.
21 La sabiduría es para ellos
una carga muy pesada,
y buscan librarse de ella.
22 Como su nombre lo indica,
la sabiduría es conocimiento,
¡pero no todos la conocen!

23 Queridos jovencitos,
presten atención a mis enseñanzas
y no rechacen mis consejos.
24-25 Únanse a la sabiduría
y no abandonen sus enseñanzas;
manténganse unidos a ella,
como si fueran sus esclavos.
26 Búsquenla, quédense a su lado,
y ámenla con todas sus fuerzas.

27-29 Busquen la sabiduría,
no descansen hasta encontrarla;
y cuando al fin la encuentren,
no la dejen escapar.
Aunque al principio les sea difícil,
al final ella los protegerá,
y les dará paz y alegría.

30-31 Vístanse de sabiduría
como si llevaran el vestido de un rey,
como si lucieran una corona,
como si llevaran joyas
y cintas de color púrpura.

32 Queridos jovencitos,
si realmente lo desean,
podrán aprender muchas cosas.
33 Si saben escuchar y prestan atención,
podrán llegar a ser sabios.
34 Vayan a las reuniones de los adultos,
y cuando encuentren a un sabio,
háganse amigos de él.
35 Presten atención a los buenos consejos
y no rechacen las sabias enseñanzas.
36 Cuando conozcan a un sabio,
visítenlo siempre que puedan.

37 Si meditan todo el tiempo
en los mandamientos de Dios,
él cumplirá sus deseos
y les dará sabiduría.

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'Eclesiástico 6 ' not found for the version: Nueva Versión Internacional.

Si eres amigo, no te vuelvas enemigo.
Si no, tendrás deshonra y mala fama;
así es el hombre malo y falso.
No te dejes llevar de la pasión,
para que no destroce tu fuerza como un toro.
La pasión devorará tu follaje,
arrancará tus frutos
y te dejará como árbol seco.
Porque la pasión violenta destruye a quien la tiene
y hace que los enemigos se rían de él.

La verdadera amistad

La conversación agradable atrae muchos amigos,
y al que habla amablemente todos lo saludan.
Que sean muchos tus amigos,
pero amigo íntimo sólo uno entre mil.
Si consigues un amigo, ponlo a prueba;
no confíes demasiado pronto en él.

Porque algunos son amigos cuando les conviene,
pero no cuentas con ellos cuando los necesitas.
Hay amigos que se vuelven enemigos
y te hacen quedar mal hablando de tus pleitos.
10 Algunos son amigos a la hora de comer,
pero cuando te va mal no los encuentras.
11 Mientras te vaya bien, serán uña y carne contigo;
pero cuando te vaya mal, te abandonarán.
12 Si algo malo te ocurre, se vuelven en contra tuya
y se esconden de ti.
13 Aléjate de tus enemigos
y cuídate de tus amigos.

14 Un amigo fiel es una protección segura;
el que lo encuentra ha encontrado un tesoro.
15 Un amigo fiel no tiene precio;
su valor no se mide con dinero.
16 Un amigo fiel protege como un talismán;
el que honra a Dios lo encontrará.
17 El amigo es igual a uno mismo,
y sus acciones son iguales a su fama.

Excelencia de la sabiduría

18 Hijo mío, desde tu juventud busca la instrucción,
y cuando seas viejo todavía tendrás sabiduría.
19 Acércate a ella como quien ara y siega
con la esperanza de una buena cosecha.
Cultivándola tendrás poco trabajo
y pronto comerás de sus frutos.
20 El necio no soporta la sabiduría;
el tonto no la aguanta.
21 Es para él como una piedra pesada,
y no tarda en arrojarla lejos de sí.
22 La instrucción, como su nombre lo indica,
no se muestra a muchos.
23 Escucha, hijo, y acepta mi enseñanza;
no rechaces mis consejos.
24 Acepta la sabiduría como cadenas para tus pies
y como yugo para tu cuello.
25 Recíbela como una carga sobre tus hombros,
y no rechaces sus ataduras.
26 Acércate a ella de todo corazón,
y sigue su camino con todas tus fuerzas.
27 Síguele los pasos, búscala, y la encontrarás;
cuando la tengas, ya no la sueltes.
28 Al fin ella te dará descanso
y se convertirá en tu alegría.
29 Sus cadenas serán tu protección,
y sus ataduras, tu adorno precioso.
30 Su yugo será diadema de oro,
y sus cuerdas, cintas de púrpura.
31 Te la pondrás como traje precioso,
y te adornarás con ella como con una espléndida corona.

32 Si quieres, hijo mío, serás sabio,
y si te empeñas, lo entenderás todo.
33 Si te gusta escuchar, aprenderás;
si pones atención, te instruirás.
34 Júntate con los ancianos cuando se reúnan;
cuando veas un sabio, júntate con él.
35 Procura escuchar toda explicación,
y que no se te escapen los dichos sensatos.
36 Fíjate en quién tiene inteligencia; madruga a buscarlo
y acude a su casa con frecuencia.
37 Piensa en respetar al Altísimo,
y medita siempre en sus mandatos;
él te dará inteligencia
y la sabiduría que deseas.