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Sabiduría y poder

Nadie puede entender o explicar las cosas como lo hace un sabio. Su sabiduría lo hace feliz y hace que a uno le cambie el rostro de triste a contento.

Cumple las órdenes del rey porque así te comprometiste ante Dios. No temas hacer sugerencias al rey y no apoyes algo que está mal, pero recuerda que el rey hace lo que le place. El rey tiene la autoridad de dar órdenes y nadie puede decirle lo que tiene que hacer. El que obedece las órdenes del rey, no tendrá problemas; y el sabio sabe cuándo es el momento justo de obedecerlas.

Hay un momento y una manera apropiados para hacer todo lo que hay que hacer, pero el problema del ser humano es que nunca se sabe lo que va a suceder y no hay quien se lo diga.

Nadie es dueño de su espíritu ni lo puede detener porque nadie es dueño de la muerte. Cuando llega la guerra, no puede mandar a otro en su lugar. La maldad que uno hace no lo protegerá.

Me di cuenta de todo esto y pensé mucho en todo lo que pasa bajo el sol. Esto es lo que ví, pensando en todo lo que su semejante hace. Ví que la vida es injusta: mientras que una persona tiene poder sobre otros, los que no tienen poder son perjudicados.

Justicia, recompensa y castigo

10 También vi que a gente perversa se les hacían grandes y fastuosos funerales, y vi a gente que hablaba bien de ellos aun cuando esto sucedía en los mismos pueblos en los que el difunto había hecho muchas maldades. Eso no tiene sentido. 11 Algunos reciben su castigo inmediatamente después de que cometen algo malo, pero si se demora el castigo otros se animan a hacer lo malo. 12 Un pecador puede hacer muchas maldades y tener larga vida, pero sé que de todas formas es mejor obedecer y respetar a Dios. 13 La gente mala no respeta a Dios y por eso no obtendrá lo que es realmente bueno ni tendrá larga vida. Su vida no será como la sombra que se hace cada vez más larga cuando el sol se oculta.

14 Hay algo más que sucede en la tierra y que yo encuentro injusto. Al malo debiera irle mal y al bueno bien, pero algunas veces sucede lo contrario. Eso no es justo. 15 Así que decidí que al fin de cuentas es mejor disfrutar la vida. Lo mejor que uno puede hacer es comer, beber y gozar la vida. Eso por lo menos le hará a uno la vida más llevadera en vista del duro trabajo que Dios decidió que uno hiciera bajo el sol.

16 Estudié con cuidado todo lo que la gente hace en esta vida, vi lo ocupado que están trabajando día y noche, casi sin dormir. 17 También vi todas las cosas que hace Dios y vi que a los seres humanos no les es posible entender todo el trabajo que Dios hace en la tierra. Alguien lo puede intentar, pero no lo logrará. Aunque aparezca un sabio diciendo que él sí lo puede entender, no es cierto. Nadie puede entender todo eso.

¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.

Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios. No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere. Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: Qué haces? El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio. Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él; pues no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará? No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee. Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo.

Desigualdades de la vida

10 Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad. 11 Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. 12 Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia; 13 y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios.

14 Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad. 15 Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le concede debajo del sol.

16 Yo, pues, dediqué mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la faena que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos); 17 y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla.