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Poder y misericordia de Dios

18 Dios, que vive eternamente, creó el universo;
sólo el Señor es intachable.
Nadie puede contar lo que él ha hecho;
¿quién podrá investigar sus maravillas?
¿Quién podrá medir su inmensa fuerza
o exponer todas sus bondades?
No es posible aumentarlas ni disminuirlas;
nadie puede descubrir las maravillas del Señor.
Cuando uno termina, apenas está comenzando;
cuando llega al fin, no sabe qué pensar.

¿Qué es el hombre?, ¿para qué sirve?,
¿qué es el bien o el mal que puede hacer?
Si un hombre vive mucho, llegará a cien años;
10 pero comparados con la eternidad,
son como una gota de agua en el mar
o como un granito de arena.
11 Por eso Dios es paciente con los hombres
y les tiene mucha compasión.
12 Él sabe qué desgraciado es el fin del hombre,
y por eso es incansable en perdonar.
13 El hombre se compadece sólo de su prójimo,
pero el Señor se compadece de todo ser viviente;
él reprende, corrige, enseña
y guía como un pastor a su rebaño.
14 ¡Dichosos los que confían en su misericordia
y se apresuran a cumplir sus leyes!

Bondad

15 Hijo mío, cuando hagas un favor no reprendas,
no eches a perder un regalo con palabras duras.
16 Como el rocío refresca el calor,
así una buena palabra es mejor que un regalo.
17 En verdad, una palabra es mejor que un regalo,
y un hombre bondadoso da ambas cosas.
18 El estúpido critica sin miramientos,
y dar algo de mala gana es motivo de llanto.

Prudencia

19 Antes de hablar, infórmate,
y antes de caer enfermo, cuida tu salud.
20 Antes de ser juzgado, examínate a ti mismo,
y cuando Dios te pida cuentas, te perdonará.
21 Antes de caer enfermo, humíllate;
y cuando peques, arrepiéntete.
22 No dejes de cumplir a tiempo lo que prometas a Dios,
y no esperes hasta la muerte para pagarlo.
23 Antes de hacer a Dios una promesa, prepárate;
no pongas a prueba al Señor.
24 Piensa en la ira de Dios el día final,
cuando sin compasión dará a cada cual su merecido.
25 En la abundancia acuérdate de la escasez,
y en la riqueza acuérdate de la pobreza.
26 De la noche a la mañana cambia el tiempo;
si el Señor lo quiere, todo pasa en un momento.
27 El sabio siempre está prevenido;
si hay peligro de pecar, se aleja del mal.
28 Todo hombre sensato conoce la sabiduría
y alaba al que la encuentra.
29 Los que entienden los proverbios también se hacen sabios
y pronuncian dichos acertados.

Dominio de sí mismo

30 No te dejes llevar de tus pasiones;
domina tus deseos.
31 Si das gusto a la pasión,
tus enemigos se reirán de ti.
32 No te aficiones a la vida de placer;
los gastos te dejarán en la pobreza.
33 No vivas en comilonas y borracheras,
teniendo tu bolsa vacía.