Add parallel Print Page Options

La muerte

41 ¡Muerte, qué amargo es tu recuerdo
para el que vive tranquilo en su casa,
para el que está sin problemas, y le va bien en todo,
y aún tiene fuerzas para gozar de la vida!
¡Muerte, qué buena sentencia eres
para el que sufre ya sin fuerzas,
para el que tropieza y cae a cada paso,
y está triste y ha perdido la esperanza!
No temas a la muerte, que es tu sentencia;
recuerda que lo mismo fue antes y será después.
Éste es el destino que Dios señala a todos los vivientes;
¿para qué resistir a una ley del Altísimo?
No tiene caso discutir en la tumba
por qué unos viven diez años, y otros cien, y otros mil.

Castigo de los malos

Gente despreciable son los hijos de los malos;
gente insensata es la familia del malvado.
Por un hijo malvado se pierde el gobierno de un rey,
y sus descendientes se cubrirán de deshonra.
A un padre malvado lo maldicen sus hijos,
pues por su culpa sufren la deshonra.
¡Ay de ustedes, los hombres perversos,
que abandonan la ley del Altísimo!
Si tienen hijos, se malograrán,
sólo les causarán tristeza;
cuando ustedes caigan, se alegrará todo el mundo,
y cuando mueran, todos los maldecirán.
10 Todo lo que de la nada viene, a la nada vuelve;
así, el impío, del vacío vuelve al vacío.
11 El hombre es sólo un soplo en un cuerpo,
pero el nombre del bondadoso no se extinguirá.
12 Ten cuidado de tu nombre, pues él te sobrevivirá
más que mil tesoros preciosos.
13 La dicha dura pocos días,
pero el buen nombre dura para siempre.
14 Sabiduría oculta y tesoro escondido,
¿a quién le sirven de nada?
15 Es mejor esconder la insensatez
que esconder la sabiduría.

De qué hay que avergonzarse

16 Escuchen, hijos míos, mis instrucciones sobre la vergüenza;
yo les enseñaré qué es lo que deshonra.
No toda vergüenza vale la pena,
ni todo sonrojo es aceptable.
17 Siente vergüenza, ante tus padres, de cometer actos inmorales;
ante el gobernante, de decir mentiras;
18 ante los amos, de hacer trampas;
ante la asamblea, de cometer crímenes;
19 ante un amigo o compañero, de traicionarlos;
ante los vecinos, de ser insolente.
20 Avergüénzate de no cumplir las alianzas hechas bajo juramento,
de meter los codos cuando comes,
21 de no dar nada al que te pide,
de no responder al que te saluda,
22 de desear la mujer ajena,
de despreciar a un amigo,
23 de impedir que alguien reciba lo que es suyo,
de tener relaciones con una mujer casada
24 o con la esclava de ella;
no te acerques a su cama.
25 Avergüénzate, ante un amigo, de insultarlo,
y de humillar a alguien después de hacerle un regalo;
26 de repetir chismes y rumores
y de revelar secretos.
27 Ésta es legítima vergüenza;
así todos te apreciarán.