¹⁷ de manera que Cristo habite por la fe en sus corazones^(A). También ruego que arraigados^(B) y cimentados^(C) en amor,

²⁴ En cuanto a ustedes, que permanezca en ustedes lo que oyeron desde el principio^(A). Si en ustedes permanece lo que oyeron desde el principio, ustedes también permanecerán en el Hijo y en el Padre^(B).

¹⁶ ¿O qué acuerdo tiene el templo^[a] de Dios con los ídolos^(A)? Porque nosotros somos el templo^(B) del Dios vivo^(C), como Dios dijo:

²⁰ Yo estoy a la puerta^(A) y llamo^(B); si alguien oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo^(C).

³ Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: «El tabernáculo de Dios^(A) está entre los hombres, y Él habitará entre ellos^(B) y ellos serán Su pueblo^[a], y Dios mismo estará entre ellos^[b].