La vida en Cristo

En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna los aires, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos.[a] Como los demás, éramos por naturaleza merecedores de la ira de Dios. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe. Esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios y no por obras, para que nadie se jacte. 10 Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.

Unidad en Cristo

11 Por lo tanto, recuerden ustedes, los que no nacieron siendo judíos —los que son llamados «incircuncisos» por aquellos que se llaman «de la circuncisión», la cual se hace en el cuerpo por mano humana—, 12 recuerden que en ese entonces ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13 Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo.

14 Porque Cristo es nuestra paz: de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio[b] el muro de enemistad que nos separaba, 15 pues anuló la Ley con sus mandamientos y requisitos. Esto lo hizo para crear en sí mismo de los dos pueblos una nueva humanidad al hacer la paz, 16 para reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo mediante la cruz, por la que dio muerte a la enemistad. 17 Él vino y proclamó paz a ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca. 18 Pues por medio de él tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu.

19 Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos del pueblo elegido y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular. 21 En él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor. 22 En él también ustedes son edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu.

Footnotes

  1. 2:3 impulsados … propósitos. Lit. en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y los pensamientos.
  2. 2:14 mediante su sacrificio. Lit. en su carne.

Salvados por su gracia

A ustedes, él les dio vida cuando aún estaban muertos en sus delitos y pecados, los cuales en otro tiempo practicaron, pues vivían de acuerdo a la corriente de este mundo y en conformidad con el príncipe del poder del aire, que es el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Entre ellos todos nosotros también vivimos en otro tiempo. Seguíamos los deseos de nuestra naturaleza humana y hacíamos lo que nuestra naturaleza y nuestros pensamientos nos llevaban a hacer. Éramos por naturaleza objetos de ira, como los demás. Pero Dios, cuya misericordia es abundante, por el gran amor con que nos amó, nos dio vida junto con Cristo(A), aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados (la gracia de Dios los ha salvado), y también junto con él nos resucitó, y asimismo nos sentó al lado de Cristo Jesús en los lugares celestiales, para mostrar en los tiempos venideros las abundantes riquezas de su gracia y su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie. 10 Nosotros somos hechura suya; hemos sido creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que vivamos de acuerdo con ellas.

Reconciliación por medio de la cruz

11 Por lo tanto ustedes, que por nacimiento no son judíos, y que son llamados «incircuncisos» por los que desde su nacimiento han sido físicamente circuncidados, deben recordar esto: 12 En aquel tiempo ustedes estaban sin Cristo, vivían alejados de la ciudadanía de Israel y eran ajenos a los pactos de la promesa; vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza. 13 Pero ahora, en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. 14 Porque él es nuestra paz. De dos pueblos hizo uno solo, al derribar la pared intermedia de separación 15 y al abolir en su propio cuerpo las enemistades. Él puso fin a la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas,(B) para crear en sí mismo, de los dos pueblos, una nueva humanidad, haciendo la paz, 16 y para reconciliar con Dios a los dos en un solo cuerpo mediante la cruz,(C) sobre la cual puso fin a las enemistades. 17 Él vino y a ustedes, que estaban lejos, les anunció las buenas nuevas de paz, lo mismo que a los que estaban cerca.(D) 18 Por medio de él, unos y otros tenemos acceso al Padre en un mismo Espíritu. 19 Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, 20 y están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, cuya principal piedra angular es Jesucristo mismo. 21 En Cristo, todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para llegar a ser un templo santo en el Señor; 22 en Cristo, también ustedes son edificados en unión con él, para que allí habite Dios en el Espíritu.

De muerte a vida por Cristo

Y Él os dio vida a vosotros, que estabais[a] muertos en[b] vuestros delitos y pecados(A), en los cuales anduvisteis en otro tiempo(B) según la corriente[c] de este mundo(C), conforme al príncipe de la potestad del aire(D), el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia(E), entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos(F) en las pasiones de nuestra carne(G), satisfaciendo[d] los deseos de la carne y de la mente[e], y éramos por naturaleza(H) hijos de ira(I), lo mismo que los demás(J). Pero Dios, que es rico en misericordia(K), por causa del[f] gran amor con que nos amó(L), aun cuando estábamos muertos en[g] nuestros delitos(M), nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados(N)), y con Él nos resucitó(O), y con Él nos sentó en los lugares celestiales(P) en Cristo Jesús(Q), a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de su gracia(R) por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia habéis sido salvados(S) por medio de la fe(T), y esto no de vosotros, sino que es don de Dios(U); no por[h] obras(V), para que nadie se gloríe(W). 10 Porque somos hechura suya, creados(X) en Cristo Jesús(Y) para hacer buenas obras(Z), las cuales Dios preparó de antemano(AA) para que anduviéramos en ellas(AB).

En Cristo hay paz y unidad

11 Recordad, pues, que en otro tiempo(AC) vosotros los gentiles en la carne(AD), llamados incircuncisión por la tal llamada circuncisión, hecha por manos en la carne(AE), 12 recordad que en ese tiempo estabais separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía[i] de Israel(AF), extraños a los pactos(AG) de la promesa, sin tener esperanza(AH), y sin Dios(AI) en el mundo. 13 Pero ahora en Cristo Jesús(AJ), vosotros, que en otro tiempo(AK) estabais lejos, habéis sido acercados(AL) por[j] la sangre de Cristo(AM). 14 Porque Él mismo es nuestra paz(AN), quien de ambos pueblos hizo uno(AO), derribando la pared intermedia de separación, 15 aboliendo en su carne la enemistad(AP), la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas(AQ), para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre(AR), estableciendo así la paz(AS), 16 y para reconciliar con Dios(AT) a los dos en un cuerpo(AU) por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad(AV). 17 Y vino y anunció(AW) paz(AX) a vosotros que estabais lejos, y paz a los que estaban cerca(AY); 18 porque por medio de Él los unos y los otros[k] tenemos nuestra entrada(AZ) al Padre(BA) en un mismo Espíritu(BB). 19 Así pues, ya no sois extraños ni extranjeros(BC), sino que sois conciudadanos(BD) de los santos y sois de la familia[l] de Dios(BE), 20 edificados(BF) sobre el fundamento(BG) de los apóstoles y profetas(BH), siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular(BI), 21 en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo(BJ) para ser un templo santo en el Señor(BK), 22 en quien también vosotros sois juntamente edificados(BL) para morada de Dios en el Espíritu(BM).

Footnotes

  1. Efesios 2:1 Lit., estando
  2. Efesios 2:1 O, a causa de
  3. Efesios 2:2 Lit., época
  4. Efesios 2:3 Lit., haciendo
  5. Efesios 2:3 Lit., de los pensamientos
  6. Efesios 2:4 Lit., de su
  7. Efesios 2:5 O, a causa de
  8. Efesios 2:9 Lit., de; i.e., como resultado de
  9. Efesios 2:12 O, comunidad
  10. Efesios 2:13 O, en
  11. Efesios 2:18 Lit., ambos
  12. Efesios 2:19 Lit., los de la casa

Salvos por gracia

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo(A) (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Reconciliación por medio de la cruz

11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. 12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas,(B) para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo,(C) matando en ella las enemistades. 17 Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;(D) 18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. 19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.