Add parallel Print Page Options

Después de esos 180 días, el rey ofreció otra fiesta a la que fueron invitados todos los habitantes de Susa, desde los más humildes hasta los más importantes. La fiesta fue en el jardín interior del palacio y duró siete días. En el jardín interior había toldos de fino lino blanco y azul, tendidos con cuerdas de púrpura enganchadas en anillos de plata fijos a columnas de mármol. Había sofás hechos de oro y plata sobre el suelo que estaba decorado con varias figuras hechas en mármol blanco y negro, nácar, perlas y otras piedras preciosas. Las bebidas se servían en copas de oro, cada una de las cuales era diferente a las otras. El vino del rey se ofreció en grandes cantidades, como solo un rey generoso puede hacerlo.

Read full chapter

Y cumplidos estos días, hizo el rey otro banquete por siete días en el patio del huerto del palacio real a todo el pueblo que había en Susa capital del reino, desde el mayor hasta el menor. El pabellón era de blanco, verde y azul, tendido sobre cuerdas de lino y púrpura en anillos de plata y columnas de mármol; los reclinatorios de oro y de plata, sobre losado de pórfido y de mármol, y de alabastro y de jacinto. Y daban a beber en vasos de oro, y vasos diferentes unos de otros, y mucho vino real, de acuerdo con la generosidad del rey.

Read full chapter