Add parallel Print Page Options

El rey le extendió el cetro de oro a Ester, así que ella se puso de pie frente a él y dijo:

—Si es del agrado de Su Majestad y está feliz conmigo, espero que apruebe lo que digo. Si le parece bien, por favor escriba una orden que detenga las cartas que Amán, el descendiente de Agag, envió como parte de su plan para destruir a los judíos que viven en todas las provincias del reino. Le ruego esto al rey porque yo no podría soportar que esa terrible tragedia le suceda a mi pueblo. No podría soportar ver a mi familia asesinada.

Read full chapter