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24 [7] Había copas de oro y plata, y estaba expuesto un vaso de rubí que valía noventa millones de siclos. El vino, muy bueno y abundante, era del mismo que bebía el rey. 25 [8] No se había puesto ningún límite a la bebida. Sin embargo, el rey había ordenado a los camareros de palacio que no obligaran a nadie a beber, sino que respetaran la voluntad del rey y la de los invitados. 26 [9] La reina Astin, por su parte, dio también un banquete a las esposas de los invitados en el palacio del rey Artajerjes.

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