23 Cuando el Señor pase por el país para herir de muerte a los egipcios, verá la sangre en el dintel y en los postes de la puerta, y pasará de largo por esa casa. No permitirá el Señor que el exterminador entre en las casas de ustedes y los hiera.

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23 porque el Señor pasará y herirá de muerte a los egipcios; pero, cuando él pase y vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará por alto aquella puerta y no dejará que el ángel exterminador entre en las casas de ustedes y los hiera.(A)

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23 Pues el Señor pasará para herir a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta, el Señor pasará de largo(A) aquella puerta, y no permitirá que el ángel destructor entre en vuestras casas para heriros(B).

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16 »Mira, yo he creado al herrero
    que aviva las brasas del fuego
    y forja armas para sus propios fines.
Yo también he creado al destructor para que haga estragos.

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16 Yo he creado al herrero, al que atiza las ascuas en el fuego y saca luego la herramienta para hacer su obra; y yo he creado también al destructor, para que destruya.

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16 He aquí, yo he creado al herrero que sopla las brasas en el fuego
y saca una herramienta para su trabajo;
yo he creado al devastador para destruir.

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Por eso una maldición consume a la tierra
    y los culpables son sus habitantes.
Por eso el fuego los consume,
    y solo quedan unos cuantos.

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Por eso la maldición consume la tierra, y sus habitantes son asolados; por eso han sido consumidos los habitantes de la tierra y son muy pocos los que aún quedan.

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Por eso, una maldición(A) devora la tierra, y son tenidos por culpables los que habitan en ella. Por eso, son consumidos los habitantes de la tierra(B), y pocos hombres quedan en ella.

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