«Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor y Dios: “¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que solo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. No fortalecen a la débil, no cuidan de la enferma ni curan a la herida. No han traído a la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia.

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«Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y diles que yo, su Señor y Dios, he dicho:

»¡Ay de ustedes, los pastores de Israel, que sólo cuidan de sí mismos! ¿Acaso no son los pastores los que deben cuidar de los rebaños? Ustedes se comen lo mejor, se visten con la lana, degüellan a las ovejas más engordadas, pero no cuidan de las ovejas. Ustedes no fortalecen a las ovejas débiles, ni curan a las enfermas, no vendan las heridas de las que se quiebran una pata, ni regresan las descarriadas al redil; tampoco van en busca de las que se pierden, sino que las manejan con dureza y violencia.

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Hijo de hombre, profetiza contra los pastores(A) de Israel; profetiza y di[a] a los pastores: «Así dice el Señor Dios[b]: “¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar(B) el rebaño(C)? Coméis la grosura(D), os habéis vestido con la lana, degolláis la oveja engordada, pero no apacentáis el rebaño(E). Las débiles no habéis fortalecido, la enferma no habéis curado, la perniquebrada no habéis vendado, la descarriada no habéis hecho volver, la perdida no habéis buscado(F); sino que las habéis dominado con dureza y con severidad.

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Footnotes

  1. Ezequiel 34:2 Lit., diles
  2. Ezequiel 34:2 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor, y así en el resto del cap.

Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas. No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.

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