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Y tú, hijo de hombre, no temas, no temas ni a ellos ni a sus palabras aunque haya contigo cardos y espinas y te sientes en escorpiones(A); no temas sus palabras ni te atemorices ante ellos, porque son una casa rebelde(B).

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Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde.

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24 Y no habrá más zarza punzante ni espina dolorosa para la casa de Israel de ninguno de los que la rodean y la desprecian; y sabrán que yo soy el Señor Dios(A)”.

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24 Y nunca más será a la casa de Israel espina desgarradora, ni aguijón que le dé dolor, en medio de cuantos la rodean y la menosprecian; y sabrán que yo soy Jehová.

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10 Porque ellos como espinos enmarañados(A),
y ebrios con su bebida(B),
serán consumidos como paja totalmente seca(C).

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10 Aunque sean como espinos entretejidos, y estén empapados en su embriaguez, serán consumidos como hojarasca completamente seca.

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