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La destrucción de Jerusalén predicha

Y tú, hijo de hombre, toma una espada afilada; tómala y hazla pasar sobre tu cabeza y sobre tu barba(A) como navaja de barbero. Toma luego una balanza(B) y divide el pelo cortado[a]. Una tercera parte quemarás a fuego en medio de la ciudad cuando terminen los días del sitio(C). Otra tercera parte tomarás y golpearás con la espada alrededor de la ciudad[b]; y la otra tercera parte esparcirás al viento, y yo desenvainaré la espada detrás de ellos(D). Toma también de allí unos pocos en número y átalos en la orla de tu manto[c]. Y toma otra vez algunos de ellos, échalos en medio del fuego, y quémalos en el fuego. De ahí saldrá el fuego hacia toda la casa de Israel.

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Footnotes

  1. Ezequiel 5:1 Lit., y divídelos
  2. Ezequiel 5:2 Lit., ella
  3. Ezequiel 5:3 Lit., en tus bordes

Y tú, hijo de hombre, tómate un cuchillo agudo, toma una navaja de barbero, y hazla pasar sobre tu cabeza y tu barba; toma después una balanza de pesar y divide los cabellos. Una tercera parte quemarás a fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplan los días del asedio; y tomarás una tercera parte y la cortarás con espada alrededor de la ciudad; y una tercera parte esparcirás al viento, y yo desenvainaré espada en pos de ellos. Tomarás también de allí unos pocos en número, y los atarás en la falda de tu manto. Y tomarás otra vez de ellos, y los echarás en medio del fuego, y en el fuego los quemarás; de allí saldrá el fuego a toda la casa de Israel.

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»Tú, hijo de hombre, toma ahora una espada afilada, y úsala como navaja de afeitar para raparte la cabeza y afeitarte la barba. Toma luego una balanza y divide tu cabello cortado. Cuando se cumplan los días del sitio, quemarás en medio de la ciudad una tercera parte del cabello; otra tercera parte la cortarás con la espada alrededor de la ciudad; la parte restante la esparcirás al viento. Yo, por mi parte, desenvainaré la espada y los perseguiré. Toma algunos de los cabellos y átalos al borde de tu manto. Y de ellos, toma otros pocos y arrójalos en el fuego para que se quemen. Desde allí se extenderá el fuego sobre todo el pueblo de Israel.

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