Add parallel Print Page Options

Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo:

Y tú, hijo de hombre, así dijo el Señor DIOS a la tierra de Israel: El fin, el fin viene sobre los cuatro cantones de la tierra.

Ahora será el fin sobre ti, y enviaré sobre ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y pondré sobre ti todas tus abominaciones.

Y mi ojo no te perdonará, ni tendré misericordia; antes pondré sobre ti tus caminos, y tus abominaciones estarán en medio de ti; y sabréis que yo soy el SEÑOR.

Así dijo el Señor DIOS: Un mal, he aquí que viene un mal.

Viene el fin, el fin viene; se ha despertado contra ti; he aquí que viene.

La mañana viene para ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano está el día; día del alboroto, y no será eco de los montes.

Ahora presto derramaré mi ira sobre ti, y cumpliré en ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y pondré sobre ti todas tus abominaciones.

Y mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia; según tus caminos pondré sobre ti, y tus abominaciones serán en medio de ti; y sabréis que yo soy el SEÑOR el que hiero.

10 He aquí el día, he aquí que viene; la mañana ha salido; la vara ha florecido, la soberbia ha reverdecido.

11 La violencia se ha levantado en vara de impiedad; ninguno quedará de ellos, ni de sus riquezas, ni de lo de ellos; ni aun habrá luto por ellos.

12 El tiempo es venido, se acercó el día; el que compra, no se alegre, y el que vende, no llore, porque la ira está sobre toda su multitud.

13 Porque el que vende no tornará a lo vendido, aunque queden vivos; porque la visión es dada sobre toda su multitud, y no será cancelada; y ninguno en su iniquidad de vida, se esforzará.

14 Tocarán trompeta, y aparejarán todas las cosas, y no habrá quien vaya a la batalla, porque mi ira está sobre toda su multitud.

15 De fuera espada, de dentro pestilencia y hambre; el que estuviere en el campo morirá a espada; y al que estuviere en la ciudad, lo consumirá hambre y pestilencia.

16 Y los que escaparen de ellos, estarán sobre los montes como palomas de los valles, gimiendo todos, cada uno por su iniquidad.

17 Todas las manos serán descoyuntadas, y declinarán como aguas todas las rodillas.

18 Se ceñirán también de cilicio, y les cubrirá temblor; y en todo rostro habrá vergüenza, y en todas sus cabezas peladura.

19 Arrojarán su plata por las plazas, y su oro lejos; su plata ni su oro, no los podrá librar en el día del furor del SEÑOR; no saciarán su alma, ni llenarán sus vientres, porque será caída por su iniquidad.

20 Por cuanto la gloria de su ornamento pusieron en soberbia, e hicieron en ella imágenes de sus abominaciones, de sus estatuas, por eso se la torné a ellos en alejamiento;

21 y en mano de extraños la entregué para ser saqueada, y en despojo a los impíos de la tierra, y la contaminarán.

22 Y apartaré de ellos mi rostro, y violarán mi lugar secreto; pues entrarán en él destruidores, y lo contaminarán.

23 Haz una cadena, porque la tierra está llena de juicios de sangre, y la ciudad está llena de violencia.

24 Traeré, por tanto, los más malos de todos los gentiles, los cuales poseerán sus casas; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados.

25 Tala viene; y buscarán la paz, y no se hallará.

26 Quebrantamiento vendrá sobre quebrantamiento, y rumor será sobre rumor; y buscarán respuesta del profeta, mas la ley perecerá del sacerdote, y el consejo de los ancianos.

27 El rey se enlutará, y el príncipe se vestirá de asolamiento, y las manos del pueblo de la tierra serán conturbadas. Según su camino haré con ellos, y con los juicios de ellos les juzgaré; y sabrán que yo soy el SEÑOR.

El fin viene

Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú, hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor a la tierra de Israel: El fin, el fin viene sobre los cuatro extremos de la tierra. Ahora será el fin sobre ti, y enviaré sobre ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y pondré sobre ti todas tus abominaciones. Y mi ojo no te perdonará, ni tendré misericordia; antes pondré sobre ti tus caminos, y en medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis que yo soy Jehová.

Así ha dicho Jehová el Señor: Un mal, he aquí que viene un mal. Viene el fin, el fin viene; se ha despertado contra ti; he aquí que viene. La mañana viene para ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano está el día; día de tumulto, y no de alegría, sobre los montes. Ahora pronto derramaré mi ira sobre ti, y cumpliré en ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y pondré sobre ti tus abominaciones. Y mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia; según tus caminos pondré sobre ti, y en medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis que yo Jehová soy el que castiga.

10 He aquí el día, he aquí que viene; ha salido la mañana; ha florecido la vara, ha reverdecido la soberbia. 11 La violencia se ha levantado en vara de maldad; ninguno quedará de ellos, ni de su multitud, ni uno de los suyos, ni habrá entre ellos quien se lamente. 12 El tiempo ha venido, se acercó el día; el que compra, no se alegre, y el que vende, no llore, porque la ira está sobre toda la multitud. 13 Porque el que vende no volverá a lo vendido, aunque queden vivos; porque la visión sobre toda la multitud no se revocará, y a causa de su iniquidad ninguno podrá amparar su vida.

14 Tocarán trompeta, y prepararán todas las cosas, y no habrá quien vaya a la batalla; porque mi ira está sobre toda la multitud. 15 De fuera espada, de dentro pestilencia y hambre; el que esté en el campo morirá a espada, y al que esté en la ciudad lo consumirá el hambre y la pestilencia. 16 Y los que escapen de ellos huirán y estarán sobre los montes como palomas de los valles, gimiendo todos, cada uno por su iniquidad. 17 Toda mano se debilitará, y toda rodilla será débil como el agua. 18 Se ceñirán también de cilicio, y les cubrirá terror; en todo rostro habrá vergüenza, y todas sus cabezas estarán rapadas. 19 Arrojarán su plata en las calles, y su oro será desechado; ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; no saciarán su alma, ni llenarán sus entrañas, porque ha sido tropiezo para su maldad. 20 Por cuanto convirtieron la gloria de su ornamento en soberbia, e hicieron de ello las imágenes de sus abominables ídolos, por eso se lo convertí en cosa repugnante. 21 En mano de extraños la entregué para ser saqueada, y será presa de los impíos de la tierra, y la profanarán. 22 Y apartaré de ellos mi rostro, y será violado mi lugar secreto; pues entrarán en él invasores y lo profanarán.

23 Haz una cadena, porque la tierra está llena de delitos de sangre, y la ciudad está llena de violencia. 24 Traeré, por tanto, los más perversos de las naciones, los cuales poseerán las casas de ellos; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados. 25 Destrucción viene; y buscarán la paz, y no la habrá. 26 Quebrantamiento vendrá sobre quebrantamiento, y habrá rumor sobre rumor; y buscarán respuesta del profeta, mas la ley se alejará del sacerdote, y de los ancianos el consejo. 27 El rey se enlutará, y el príncipe se vestirá de tristeza, y las manos del pueblo de la tierra temblarán; según su camino haré con ellos, y con los juicios de ellos los juzgaré; y sabrán que yo soy Jehová.

El fin ha llegado

La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, así dice el Señor y Dios al pueblo de Israel:

»¡Te llegó la hora!
    Ha llegado el fin sobre los cuatro extremos de la tierra.
¡Te ha llegado el fin!
    Descargaré mi ira sobre ti;
te juzgaré según tu conducta
    y te pediré cuentas de todas tus acciones detestables.
No voy a tratarte con piedad
    ni a tenerte compasión,
sino que te haré pagar cara tu conducta
    y tus prácticas repugnantes.

Así sabrás que yo soy el Señor.

»Así dice el Señor y Dios:

»¡Las desgracias
    se siguen unas a otras!
¡Ya viene el fin!
    ¡Ya viene el fin!
¡Se acerca contra ti!
    ¡Es inminente!
Te ha llegado la hora,
    habitante del país.
¡Ya viene la hora! ¡Ya se acerca el día!
    En las montañas no hay alegría, sino pánico.
Ya estoy por descargar sobre ti mi furor;
    desahogaré mi enojo contra ti.
Te juzgaré según tu conducta;
    te pediré cuentas por todas tus acciones detestables.
No voy a tratarte con piedad
    ni a tenerte compasión,
sino que te haré pagar cara tu conducta
    y tus prácticas repugnantes.

Así sabrás que yo, el Señor, también puedo herir.

10 »¡Ya llegó el día!
    ¡Ya está aquí!
¡Tu destino está decidido!
    Florece el juicio,[a]
    germina el orgullo.
11 La violencia se levantó
    para castigar la maldad.
Nada quedará de ustedes[b]
    ni de su multitud;
nada de su riqueza
    ni que tenga algún valor.
12 Llegó la hora;
    este es el día.
Que no se alegre el que compra
    ni llore el que vende,
    porque mi enojo caerá sobre toda la multitud.
13 Y aunque el vendedor siga con vida,
    no recuperará lo vendido.
Porque la visión referente sobre la multitud
    no se revocará.
Por su culpa nadie podrá
    conservar la vida.

14 »Aunque toquen la trompeta
    y preparen todo,
nadie saldrá a la batalla,
    porque mi enojo caerá sobre toda la multitud.
15 Allá afuera hay guerra
    y aquí adentro, plaga y hambre.
El que esté en el campo
    morirá a filo de espada
y el que esté en la ciudad
    morirá a causa del hambre y la plaga.
16 Los que logren escapar
    se quedarán en las montañas.
Como palomas del valle,
    cada uno gimiendo
    por su maldad.
17 Desfallecerá todo brazo
    y temblará toda rodilla.
18 Se vestirán de luto
    y el terror los dominará.
Se llenarán de vergüenza
    y se raparán la cabeza.

19 »La plata la arrojarán a las calles
    y el oro lo verán como algo impuro.
En el día de la ira del Señor,
    ni el oro ni la plata podrán salvarlos;
no servirán para saciar su hambre
    y llenarse el estómago,
    porque el oro fue el causante de la caída de ustedes.
20 Se enorgullecían de sus joyas hermosas
    y las usaron para fabricar sus imágenes detestables
y sus ídolos despreciables.
    Por esta razón las convertiré en algo impuro.
21 Haré que vengan los extranjeros y se las roben,
    que los malvados de la tierra
    se las lleven y las profanen.
22 Alejaré de ellos mi rostro
    y el lugar de mi tesoro será deshonrado;
entrarán los invasores
    y lo profanarán.

23 »Prepara las cadenas[c]
    porque el país se ha llenado de sangre
    y la ciudad está llena de violencia.
24 Haré que las naciones más violentas
    vengan y se apoderen de sus casas.
Pondré fin a la soberbia de los poderosos,
    y sus santuarios serán profanados.
25 Cuando la desesperación los atrape,
    en vano buscarán la paz.
26 Una tras otra vendrán las desgracias,
    al igual que las malas noticias.
Del profeta demandarán visiones;
    la instrucción se alejará del sacerdote
    y a los ancianos del pueblo no les quedarán consejos.
27 El rey hará duelo,
    el príncipe se cubrirá de tristeza
    y temblarán las manos del pueblo.
Yo los trataré según su conducta
    y los juzgaré según sus acciones.

Así sabrán que yo soy el Señor».

Footnotes

  1. 7:10 juicio. Lit. vara.
  2. 7:11 ustedes. Lit. ellos; es decir, el pueblo de Israel.
  3. 7:23 cadenas. Palabra de difícil traducción.