Add parallel Print Page Options

13 Todavía estaba yo hablando, cuando cayó muerto Pelatías hijo de Benaías. Entonces me arrodillé, y tocando el suelo con mi frente, grité con todas mis fuerzas:

—¡Ay, Dios mío! ¿Vas a matar a los pocos israelitas que aún quedan con vida?

14 Y Dios me contestó:

15 —Los que aún viven en Jerusalén piensan que los israelitas que fueron llevados prisioneros a Babilonia son los que se apartaron de mí. Ellos creen que ahora el país les pertenece sólo a ellos.

Read full chapter