Add parallel Print Page Options

¡Escasamente sirve para alimentar el fuego! Pero ¿de qué sirve cuando sus extremos se consumen y ya se ha quemado por dentro? Si cuando estaba entera no servía para nada, ¡mucho menos cuando ya ha sido consumida por el fuego!

»Por tanto, así dice el Señor omnipotente: Como el leño de la vid que eché al fuego, así haré con los habitantes de Jerusalén.

Read full chapter