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La leña de la vid sólo sirve como combustible.
    El fuego la consume por los extremos
hasta que la quema por dentro.
    ¿Puede acaso usarla así el artesano?
Si ni siquiera servía cuando estaba entera,
    mucho menos después que el fuego la consume.

»Por lo tanto, dice el Señor DIOS:
Así como he destinado para el fuego a la leña de la vid,
    más que ningún otro tipo de madera;
así he destinado para lo mismo
    a los habitantes de Jerusalén.

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