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Todas las almas son Mías(A); tanto el alma del padre como el alma del hijo, Mías son. El alma que peque, esa morirá(B). Pero el hombre que es justo, y practica el derecho y la justicia, no come en los santuarios de los montes ni levanta sus ojos a los ídolos de la casa de Israel(C). No deshonra a la mujer de su prójimo(D), ni se acerca a una mujer durante su menstruación.

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