Add parallel Print Page Options

Me dijo:

— Hijo de hombre, dirige tu mirada hacia el norte.

Miré hacia el norte y vi que al norte del pórtico del altar, justo a la entrada, estaba el ídolo que provoca los celos. Entonces me dijo:

— Hijo de hombre, ¿no ves lo que hacen estos? Los israelitas cometen aquí horribles abominaciones, pretendiendo que abandone mi santuario. Y te aseguro que verás otras abominaciones mayores.

Me llevó a la entrada del atrio, en cuya pared vi un agujero.

Read full chapter