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¶ Por tanto, si hay en vosotros alguna consolación en el Cristo; si algún refrigerio de caridad; si alguna comunión del Espíritu; si algunas entrañas y misericordias,

cumplid mi gozo; que sintáis lo mismo, teniendo una misma caridad, unánimes, sintiendo una misma cosa.

Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros;

no mirando cada uno a lo que es suyo, mas a lo que es de los otros.

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en el Cristo Jesús;

que siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios;

sin embargo, se anonadó a sí mismo, tomando forma de esclavo, hecho semejante a los hombres;

y hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte del madero.

Por lo cual Dios también le ensalzó a lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre;

10 que al Nombre de Jesús toda rodilla de lo celestial, de lo terrenal, y de lo infernal se doble.

11 Y todo lenguaje confiese que el Señor Jesús el Cristo está en la gloria de Dios, el Padre.

12 ¶ Por tanto, amados míos, como siempre habéis oído, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, obrad vuestra salud con temor y temblor;

13 porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

14 ¶ Haced todo sin murmuraciones o dudas,

15 para que seáis irreprensibles e inocentes, hijos de Dios sin culpa en medio de la generación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo;

16 reteniendo la Palabra de vida para que yo pueda gloriarme en el día del Cristo, que no he corrido en vano, ni trabajado en vano.

17 Y aun si soy derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y congratulo por todos vosotros.

18 Y asimismo gozaos también vosotros, y regocijaos conmigo.

19 Mas espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo, entendido vuestro estado.

20 Porque a ninguno tengo tan unánime, y que con sincera afición esté solícito por vosotros.

21 Porque todos buscan lo que es suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.

22 Pero la experiencia de él habéis conocido, que como hijo a padre ha servido conmigo en el Evangelio.

23 Así que a éste espero enviaros, luego que yo viere cómo van mis negocios;

24 y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros.

25 Mas tuve por cosa necesaria enviaros a Epafrodito, hermano, y compañero y consiervo mío, y vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades;

26 porque tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado.

27 Pues en verdad estuvo enfermo a la muerte, pero Dios tuvo misericordia de él; y no solamente de él, sino aun de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza.

28 Así que le envío más pronto, para que viéndole os volváis a gozar, y yo esté con menos tristeza.

29 Recibidle pues en el Señor con todo gozo; y tened en estima a los tales,

30 porque por la obra del Cristo estuvo cercano a la muerte, poniendo su vida para suplir vuestra falta en mi servicio.

Humillación y exaltación de Cristo

Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese(A) que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Luminares en el mundo

12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa,(B) en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; 16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. 17 Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. 18 Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.

Timoteo y Epafrodito

19 Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado; 20 pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros. 21 Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. 22 Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio. 23 Así que a este espero enviaros, luego que yo vea cómo van mis asuntos; 24 y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros.

25 Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; 26 porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado. 27 Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza. 28 Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza. 29 Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él; 30 porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí.