Saludo

Pablo, apóstol(A) (no de parte de hombres(B) ni mediante hombre alguno, sino por medio de Jesucristo(C) y de Dios el Padre que le resucitó de entre los muertos(D)), y todos los hermanos que están conmigo(E):

A las iglesias de Galacia(F): Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo[a](G), que se dio a sí mismo por nuestros pecados(H) para librarnos[b] de este presente siglo[c](I) malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre(J), a quien sea la gloria por los siglos de los siglos(K). Amén.

No hay otro evangelio

Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado[d] al que os llamó(L) por[e] la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente(M); que en realidad no es otro evangelio, solo que hay algunos que os perturban(N) y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo(O), os anunciara otro evangelio contrario al[f] que os hemos anunciado, sea anatema[g](P). Como hemos dicho antes(Q), también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al[h] que recibisteis(R), sea anatema[i](S). 10 Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres(T)? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo(U).

El evangelio predicado por Pablo

11 Pues quiero que sepáis, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí(V) no es según el hombre(W). 12 Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por medio de una revelación(X) de Jesucristo(Y). 13 Porque vosotros habéis oído acerca de mi antigua manera de vivir en el judaísmo(Z), de cuán desmedidamente perseguía yo a la iglesia(AA) de Dios(AB) y trataba de destruirla(AC), 14 y cómo yo aventajaba en el judaísmo a muchos de mis compatriotas[j] contemporáneos[k], mostrando mucho más celo(AD) por las tradiciones de mis antepasados(AE). 15 Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia(AF), tuvo a bien(AG) 16 revelar a su Hijo en mí para que yo le anunciara entre los gentiles(AH), no consulté enseguida(AI) con carne y sangre[l](AJ), 17 ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco(AK).

Visita de Pablo a Jerusalén

18 Entonces, tres años después(AL), subí a Jerusalén(AM) para conocer a Pedro[m](AN), y estuve con él quince días. 19 Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo[n], el hermano del Señor(AO). 20 (En lo que os escribo, os aseguro[o] delante de Dios que no miento(AP).) 21 Después fui a las regiones(AQ) de Siria(AR) y Cilicia(AS). 22 Pero todavía no era conocido en persona[p] en las iglesias de Judea(AT) que eran en Cristo(AU); 23 sino que solo oían decir: El que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica[q] la fe(AV) que en un tiempo quería destruir(AW). 24 Y glorificaban a Dios(AX) por causa de[r] mí.

Footnotes

  1. Gálatas 1:3 Algunos mss. antiguos dicen: Dios el Padre, y de nuestro Señor Jesucristo
  2. Gálatas 1:4 O, sacarnos, o, rescatarnos
  3. Gálatas 1:4 O, mundo
  4. Gálatas 1:6 O, desertado
  5. Gálatas 1:6 Lit., en
  6. Gálatas 1:8 O, aparte del, o, distinto al
  7. Gálatas 1:8 I.e., maldito
  8. Gálatas 1:9 O, aparte del, o, distinto al
  9. Gálatas 1:9 I.e., maldito
  10. Gálatas 1:14 Lit., entre los de mi raza
  11. Gálatas 1:14 O, de mi edad
  12. Gálatas 1:16 I.e., seres humanos
  13. Gálatas 1:18 Lit., Cefas
  14. Gálatas 1:19 O, Santiago
  15. Gálatas 1:20 Lit., he aquí
  16. Gálatas 1:22 O, de vista; lit., de rostro
  17. Gálatas 1:23 O, anuncia
  18. Gálatas 1:24 Lit., en

Salutación

Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos), y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

No hay otro evangelio

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

El ministerio de Pablo

11 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; 12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. 13 Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba;(A) 14 y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.(B) 15 Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, 16 revelar a su Hijo en mí,(C) para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, 17 ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.

18 Después, pasados tres años, subí a Jerusalén(D) para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; 19 pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. 20 En esto que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento. 21 Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia, 22 y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo; 23 solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba. 24 Y glorificaban a Dios en mí.

Pablo, apóstol no por investidura ni mediación humana, sino por Jesucristo y por Dios Padre, que lo levantó de entre los muertos; y todos los hermanos que están conmigo,

a las iglesias de Galacia:

Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

No hay otro evangelio

Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara acerca de unas buenas noticias distintas de las que hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien anda predicando un mensaje distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición!

10 Entonces, ¿busco ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo.

Pablo, llamado por Dios

11 Quiero que sepan, hermanos, que las buenas noticias que yo predico no es invención humana. 12 No lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo.

13 Ustedes ya están enterados de mi conducta cuando pertenecía al judaísmo, de la furia con que perseguía a la iglesia de Dios, tratando de destruirla. 14 En la práctica del judaísmo, yo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi celo exagerado por las tradiciones de mis antepasados. 15 Sin embargo, Dios me había apartado desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia. Y, cuando él tuvo a bien 16 revelarme a su Hijo para que yo lo predicara entre los no judíos, no consulté con nadie. 17 Tampoco subí a Jerusalén para ver a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui de inmediato a Arabia, de donde luego regresé a Damasco.

18 Después de tres años, subí a Jerusalén para visitar a Cefas[a] y me quedé con él quince días. 19 No vi a ningún otro de los apóstoles; solo vi a Santiago, el hermano del Señor. 20 Dios me es testigo de que en esto que les escribo no miento. 21 Más tarde fui a las regiones de Siria y Cilicia. 22 Pero en Judea las iglesias de[b] Cristo no me conocían personalmente. 23 Solo habían oído decir: «El que antes nos perseguía ahora predica la fe que procuraba destruir». 24 Y por causa mía glorificaban a Dios.

Footnotes

  1. 1:18 Nombre arameo de Pedro; también en 2:9,11,14.
  2. 1:22 de. Lit. en.