Génesis 3
Reina-Valera 1995
Desobediencia de Adán y Eva
3 La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, y dijo a la mujer:
—¿Conque Dios os ha dicho: “No comáis de ningún árbol del huerto”?
2 La mujer respondió a la serpiente:
—Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: “No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis.”
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer:
—No moriréis. 5 Pero Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y el mal.
6 Al ver la mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió al igual que ella. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, hojas de higuera y se hicieron delantales.
8 Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó:
—¿Dónde estás?
10 Él respondió:
—Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; por eso me escondí.
11 Entonces Dios le preguntó:
—¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del cual yo te mandé que no comieras?
12 El hombre le respondió:
—La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer:
—¿Qué es lo que has hecho?
Ella respondió:
—La serpiente me engañó, y comí.
14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente:
—Por cuanto esto hiciste,
maldita serás entre todas las bestias
y entre todos los animales del campo.
Sobre tu vientre te arrastrarás
y polvo comerás todos los días de tu vida.
15 Pondré enemistad entre ti y la mujer,
y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza,
y tú la herirás en el talón.
16 A la mujer dijo:
—Multiplicaré en gran manera los dolores en tus embarazos,
con dolor darás a luz los hijos,
tu deseo será para tu marido
y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo:
—Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer
y comiste del árbol de que te mandé diciendo: “No comerás de él”,
maldita será la tierra por tu causa;
con dolor comerás de ella
todos los días de tu vida,
18 espinos y cardos te producirá
y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan,
hasta que vuelvas a la tierra,
porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres
y al polvo volverás.
20 A su mujer Adán le puso por nombre Eva, por cuanto ella fue la madre de todos los vivientes. 21 Y Jehová Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de pieles, y los vistió. 22 Luego dijo Jehová Dios: «El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre.»
23 Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado. 24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso querubines al oriente del huerto de Edén, y una espada encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de la vida.
Génesis 3
Reina-Valera 1960
Desobediencia del hombre
3 Pero la serpiente(A) era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del que yo te mandé no comieses? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó,(B) y comí. 14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido,[a] y él se enseñoreará de ti. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá,(C) y comerás plantas del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva,[b] por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida,(D) y coma, y viva para siempre. 23 Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Footnotes
- Génesis 3:16 O, tu voluntad será sujeta a tu marido.
- Génesis 3:20 El nombre en hebreo se asemeja a la palabra que se usa para viviente.
Copyright © 1995 by United Bible Societies
Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible