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Los descendientes de Abraham y Cetura

(1 Cr. 1.32-33)

25 Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre era Cetura, la cual le dio a luz a Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa. Y Jocsán engendró a Seba y a Dedán; e hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim. E hijos de Madián: Efa, Efer, Hanoc, Abida y Elda. Todos estos fueron hijos de Cetura. Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac. Pero a los hijos de sus concubinas dio Abraham dones, y los envió lejos de Isaac su hijo, mientras él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental.

Muerte y sepultura de Abraham

Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años. Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo. Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de Efrón hijo de Zohar heteo, que está enfrente de Mamre, 10 heredad que compró Abraham de los hijos de Het;(A) allí fue sepultado Abraham, y Sara su mujer. 11 Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente-que-me-ve.

Los descendientes de Ismael

(1 Cr. 1.28-31)

12 Estos son los descendientes de Ismael hijo de Abraham, a quien le dio a luz Agar la egipcia, sierva de Sara; 13 estos, pues, son los nombres de los hijos de Ismael, nombrados en el orden de su nacimiento: El primogénito de Ismael, Nebaiot; luego Cedar, Adbeel, Mibsam, 14 Misma, Duma, Massa, 15 Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedema. 16 Estos son los hijos de Ismael, y estos sus nombres, por sus villas y por sus campamentos; doce príncipes por sus familias. 17 Y estos fueron los años de la vida de Ismael, ciento treinta y siete años; y exhaló el espíritu Ismael, y murió, y fue unido a su pueblo. 18 Y habitaron desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto viniendo a Asiria; y murió en presencia de todos sus hermanos.

Nacimiento de Jacob y Esaú

19 Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, 20 y era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel arameo de Padan-aram, hermana de Labán arameo. 21 Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer. 22 Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; 23 y le respondió Jehová:

Dos naciones hay en tu seno,

Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas;

El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo,

Y el mayor servirá al menor.(B)

24 Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre. 25 Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú. 26 Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob.[a] Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz.

Esaú vende su primogenitura

27 Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. 28 Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob.

29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, 30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.[b] 31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. 32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? 33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.(C) 34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.

Isaac en Gerar

26 Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,(D) por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.

Habitó, pues, Isaac en Gerar. Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana;(E) porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto. Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer. Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella. 10 Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado. 11 Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá.

12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. 13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. 14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia. 15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra. 16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.

17 E Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Gerar, y habitó allí. 18 Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado. 19 Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas, 20 los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek,[c] porque habían altercado con él. 21 Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna.[d] 22 Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot,[e] y dijo: Porque ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra.

23 Y de allí subió a Beerseba. 24 Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo. 25 Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.

26 Y Abimelec(F) vino a él desde Gerar, y Ahuzat, amigo suyo, y Ficol, capitán de su ejército. 27 Y les dijo Isaac: ¿Por qué venís a mí, pues que me habéis aborrecido, y me echasteis de entre vosotros? 28 Y ellos respondieron: Hemos visto que Jehová está contigo; y dijimos: Haya ahora juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y haremos pacto contigo, 29 que no nos hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz; tú eres ahora bendito de Jehová. 30 Entonces él les hizo banquete, y comieron y bebieron. 31 Y se levantaron de madrugada, y juraron el uno al otro; e Isaac los despidió, y ellos se despidieron de él en paz. 32 En aquel día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y le dieron nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Hemos hallado agua. 33 Y lo llamó Seba; por esta causa el nombre de aquella ciudad es Beerseba hasta este día.

34 Y cuando Esaú era de cuarenta años, tomó por mujer a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo; 35 y fueron amargura de espíritu para Isaac y para Rebeca.

Footnotes

  1. Génesis 25:26 Esto es, el que toma por el calcañar,   o el que suplanta.
  2. Génesis 25:30 Esto es, Rojo.
  3. Génesis 26:20 Esto es, Contención.
  4. Génesis 26:21 Esto es, Enemistad.
  5. Génesis 26:22 Esto es, Lugares amplios   o espaciosos.

Muerte de Abraham(A)

25 Abraham volvió a casarse, esta vez con una mujer llamada Cetura. Los hijos que tuvo con ella fueron Zimrán, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súaj. Jocsán fue el padre de Sabá y Dedán. Los descendientes de Dedán fueron los asureos, los letuseos y los leumeos. Los hijos de Madián fueron Efá, Éfer, Janoc, Abidá y Eldá. Todos estos fueron hijos de Cetura.

Abraham entregó todos sus bienes a Isaac. A los hijos de sus concubinas[a] les hizo regalos y, mientras él todavía estaba con vida, los separó de su hijo Isaac, enviándolos a las regiones orientales.

Abraham vivió ciento setenta y cinco años; murió en buena vejez. Luego de haber vivido muchos años, fue a reunirse con sus antepasados. Sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la cueva de Macpela, que está cerca de Mamré, es decir, en el campo del hitita Efrón, hijo de Zojar. 10 Este era el campo que Abraham había comprado a los hititas. Allí lo enterraron, junto a su esposa Sara. 11 Luego de la muerte de Abraham, Dios bendijo a Isaac, hijo de Abraham, quien se quedó a vivir cerca del Pozo del Viviente que me ve.

Descendientes de Ismael(B)

12 Esta es la historia de Ismael, el hijo que Abraham tuvo con Agar, la criada egipcia de Sara.

13 Estos son los nombres de los hijos de Ismael, comenzando por el primogénito:

Nebayot,

Cedar, Adbel, Mibsán,

14 Mismá, Dumá, Masá,

15 Hadad, Temá, Jetur,

Nafis y Cedema.

16 Estos fueron los hijos de Ismael y estos los nombres de los doce jefes de tribus, según sus propios territorios y campamentos.

17 Ismael vivió ciento treinta y siete años. Al morir, fue a reunirse con sus antepasados. 18 Sus descendientes se quedaron a vivir en la región que está entre Javilá y Sur, cerca de Egipto, en la ruta que conduce a Asiria. Allí se establecieron en franca oposición a todos sus hermanos.

Nacimiento de Jacob y de Esaú

19 Esta es la historia de Isaac, el hijo que tuvo Abraham.

Abraham fue el padre de Isaac. 20 Isaac tenía cuarenta años cuando se casó con Rebeca, que era hija de Betuel y hermana de Labán. Betuel y Labán eran arameos de Padán Aram.[b]

21 Isaac oró al Señor en favor de su esposa, porque era estéril. El Señor oyó su oración y ella quedó embarazada. 22 Pero como los niños luchaban dentro de su vientre, ella se preguntó: «Si esto va a seguir así, ¿por qué me pasa esto a mí?». Entonces fue a consultar al Señor 23 y el Señor le contestó:

«Dos naciones hay en tu seno;
    dos pueblos se dividen desde tus entrañas.
Uno será más fuerte que el otro
    y el mayor servirá al menor».

24 Cuando le llegó el momento de dar a luz, resultó que en su seno había mellizos. 25 El primero en nacer era pelirrojo y tenía todo el cuerpo cubierto de vello. A este lo llamaron Esaú.[c] 26 Luego nació su hermano, agarrado con una mano del talón de Esaú. A este lo llamaron Jacob.[d] Cuando nacieron los mellizos, Isaac tenía sesenta años.

27 Los niños crecieron. Esaú era un hombre de campo y se convirtió en un excelente cazador, mientras que Jacob era un hombre tranquilo que prefería quedarse en el campamento. 28 Isaac quería más a Esaú porque le gustaba comer de lo que él cazaba; pero Rebeca quería más a Jacob.

29 Un día, cuando Jacob estaba preparando un guiso, Esaú llegó agotado del campo y le dijo:

30 —Dame de comer de ese guiso rojizo, porque estoy muy cansado. (Por eso a Esaú se le llamó Edom.)[e]

31 —Véndeme primero tus derechos de hijo mayor —respondió Jacob.

32 —Me estoy muriendo de hambre —contestó Esaú—, así que ¿de qué me sirven los derechos de primogénito?

33 —Véndeme entonces los derechos bajo juramento —insistió Jacob.

Esaú se lo juró y fue así como vendió a Jacob sus derechos de primogénito.

34 Jacob, por su parte, dio a Esaú pan y guiso de lentejas. Luego de comer y beber, Esaú se levantó y se fue.

De esta manera menospreció sus derechos de hijo mayor.

Isaac y Abimélec

26 En ese tiempo hubo mucha hambre en aquella región, además de la que hubo en tiempos de Abraham. Por eso Isaac se fue a Guerar, donde se encontraba Abimélec, rey de los filisteos. Allí el Señor se apareció y le dijo: «No vayas a Egipto. Quédate en la región de la que te voy a hablar. Vive en ese lugar por un tiempo. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas esas tierras. Así confirmaré el juramento que hice a tu padre Abraham. Multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y les daré todas esas tierras. Por medio de tu descendencia todas las naciones de la tierra serán bendecidas, porque Abraham me obedeció y cumplió mis órdenes y mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes».

Isaac se quedó en Guerar.

Y cuando la gente del lugar preguntaba a Isaac acerca de su esposa, él respondía que ella era su hermana. Tan bella era Rebeca que Isaac tenía miedo de decir que era su esposa, pues pensaba que por causa de ella podrían matarlo.

Isaac vivió allí un largo tiempo. Un día, Abimélec, el rey de los filisteos, miraba por una ventana, vio a Isaac acariciando a su esposa Rebeca. Entonces mandó llamar a Isaac y le dijo:

—¡Conque ella es tu esposa! ¿Por qué dijiste que era tu hermana?

—Yo pensé que por causa de ella podrían matarme —contestó Isaac.

10 —¿Por qué nos hiciste esto? —respondió Abimélec—. Alguno de nosotros podría haberse acostado con tu esposa, ¡y tú nos habrías hecho a todos culpables de ese pecado!

11 Por eso Abimélec envió esta orden a todo el pueblo:

—Si alguien molesta a este hombre o a su esposa, será condenado a muerte.

12 Isaac sembró en aquella región y ese año cosechó al ciento por uno, porque el Señor lo había bendecido. 13 Así Isaac fue acumulando riquezas, hasta que llegó a ser muy rico. 14 Esto causó que los filisteos comenzaran a tenerle envidia, pues llegó a tener muchas ovejas, vacas y siervos. 15 Ahora bien, los filisteos habían cegado todos los pozos de agua que los siervos del padre de Isaac habían cavado. 16 Así que Abimélec dijo a Isaac:

—Aléjate de nosotros, pues ya eres más poderoso que nosotros.

17 Isaac se fue de allí y acampó en el valle de Guerar, donde se quedó a vivir. 18 Abrió nuevamente los pozos de agua que habían sido cavados en tiempos de su padre Abraham y que los filisteos habían tapado después de su muerte. Entonces les puso los mismos nombres que su padre les había dado.

19 Cierta vez, cuando los siervos de Isaac estaban cavando en el valle, encontraron un manantial. 20 Pero los pastores de Guerar discutieron acaloradamente con los pastores de Isaac, alegando que el agua era de ellos. Por eso Isaac llamó a ese pozo Esek,[f] porque habían peleado con él. 21 Después sus siervos cavaron otro pozo, por el cual también discutieron. Por eso Isaac lo llamó Sitna.[g] 22 Entonces Isaac se fue de allí y cavó otro pozo, pero esta vez no hubo ninguna discusión. A este pozo lo llamó Rejobot[h] y dijo: «El Señor nos ha dado mucho espacio para que prosperemos en esta región».

23 De allí Isaac se dirigió a Berseba. 24 Esa noche se apareció el Señor y le dijo: «Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, que yo estoy contigo. Por amor a mi siervo Abraham, te bendeciré y multiplicaré tu descendencia».

25 Allí Isaac construyó un altar e invocó el nombre del Señor. Acampó en ese lugar y sus siervos cavaron un pozo.

26 Cierto día, Abimélec fue a ver a Isaac desde Guerar. Llegó acompañado de su consejero Ajuzat y de Ficol, el comandante de su ejército. 27 Isaac preguntó:

—Si tanto me odian, que hasta me echaron de su tierra, ¿para qué vienen a verme?

28 —Nos hemos dado cuenta de que el Señor está contigo —respondieron—. Por eso, queremos proponerte que hagamos entre nosotros un trato bajo juramento. Ese pacto será el siguiente: 29 Tú no nos harás ningún daño, ya que nosotros no te hemos perjudicado, sino que te hemos tratado bien y te hemos dejado ir en paz. ¡Ahora el bendecido del Señor eres tú!

30 Isaac les preparó un banquete y comieron y bebieron. 31 A la mañana siguiente se levantaron muy temprano e hicieron un compromiso mutuo. Luego Isaac los despidió y ellos se fueron en paz.

32 Aquel mismo día, los siervos de Isaac fueron y le informaron acerca de un pozo que habían cavado y dijeron:

—¡Hemos encontrado agua!

33 Isaac llamó a ese pozo Juramento.[i] Por eso la ciudad se llama Berseba[j] hasta el día de hoy.

Isaac bendice a Jacob

34 Esaú tenía cuarenta años cuando se casó con Judit hija de Beerí, el hitita. También se casó con Basemat, hija de un hitita llamado Elón. 35 Estas dos mujeres causaron mucha amargura a Isaac y a Rebeca.

Footnotes

  1. 25:6 Véase nota en Gn 22:24.
  2. 25:20 Padán Aram. Es decir, el noroeste de Mesopotamia.
  3. 25:25 En hebreo, Esaú puede significar velludo; véase también v. 30.
  4. 25:26 En hebreo, Jacob significa él agarra el talón.
  5. 25:30 En hebreo, Edom significa rojo.
  6. 26:20 Esek en hebreo significa pelea.
  7. 26:21 Sitna en hebreo significa enemistad.
  8. 26:22 Rejobot en hebreo significa lugar ancho.
  9. 26:33 Juramento. Alt. Siete.
  10. 26:33 En hebreo, Berseba puede significar Pozo del Juramento o Pozo de los Siete.

Jesús, el camino al Padre

14 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.

12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

La promesa del Espíritu Santo

15 Si me amáis, guardad mis mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. 19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? 23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. 24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.

25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros. 26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. 27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo. 29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis. 30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí. 31 Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí.

Jesús consuela a sus discípulos

14 »No se angustien. Confíen en Dios y confíen también en mí.[a] En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas. Si no fuera así, ¿les habría dicho yo a ustedes que voy a prepararles un lugar allí? Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté. Ustedes ya conocen el camino para ir adonde yo voy.

Jesús, el camino al Padre

Dijo entonces Tomás:

—Señor, no sabemos a dónde vas, así que ¿cómo podemos conocer el camino?

—Yo soy el camino, la verdad y la vida —contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. Si ustedes realmente me conocieran, conocerían[b] también a mi Padre. Y ya desde este momento lo conocen y lo han visto.

—Señor —dijo Felipe—, muéstranos al Padre y con eso nos basta.

Jesús le contestó:

—¡Pero, Felipe! ¿Tanto tiempo llevo ya entre ustedes y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo puedes decirme: “Muéstranos al Padre”? 10 ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les comunico, no las hablo como cosa mía, sino que es el Padre que está en mí, quien realiza sus obras. 11 Créanme cuando digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí o al menos, créanme por las obras mismas. 12 Les aseguro que el que cree en mí también hará las obras que yo hago y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. 13 Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. 14 Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.

Jesús promete el Espíritu Santo

15 »Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. 16 Y yo pediré al Padre y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: 17 el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará[c] en ustedes. 18 No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes. 19 Dentro de poco el mundo ya no me verá más, pero ustedes sí me verán. Y porque yo vivo, también ustedes vivirán. 20 En aquel día ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes. 21 ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará; y yo también lo amaré y me manifestaré a él.

22 Judas (no el Iscariote) le dijo:

—¿Por qué, Señor, estás dispuesto a manifestarte a nosotros y no al mundo?

23 Le contestó Jesús:

—El que me ama obedecerá mi palabra y mi Padre lo amará; vendremos a él y haremos nuestra morada en él. 24 El que no me ama, no obedece mis palabras. Pero estas palabras que ustedes oyen no son mías, sino del Padre que me envió.

25 »Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes. 26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que he dicho. 27 La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.

28 »Ya me han oído decirles: “Me voy, pero vuelvo a ustedes”. Si me amaran, se alegrarían de que voy al Padre, porque el Padre es más grande que yo. 29 Y he dicho esto ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean. 30 Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí, 31 pero el mundo tiene que saber que amo al Padre y que hago exactamente lo que él me ha ordenado que haga.

»¡Levántense, vámonos de aquí!

Footnotes

  1. 14:1 Confíen … en mí. Alt. Ustedes confían en Dios; confíen también en mí.
  2. 14:7 me conocieran, conocerían. Var. me han conocido, conocerán.
  3. 14:17 estará. Var. está.