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Sin embargo, cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley. Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos; y debido a que somos[a] sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre»[b]. Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios, y como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero.

Preocupación de Pablo por los gálatas

Antes de conocer a Dios, ustedes, los gentiles,[c] eran esclavos de los llamados dioses, que ni siquiera existen.

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Footnotes

  1. 4:6a En griego que ustedes son.
  2. 4:6b Abba es un término arameo que significa «padre».
  3. 4:8 Gentil[es], que no es judío.

Pero cuando se cumplió el tiempo señalado, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer y sujeto a la ley, para que redimiera a los que estaban sujetos a la ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos. Y por cuanto ustedes son hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: «¡Abba, Padre!» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, también eres heredero de Dios por medio de Cristo.(A)

Exhortación contra el volver a la esclavitud

Ciertamente, en otro tiempo, cuando ustedes no conocían a Dios, servían a los que por naturaleza no son dioses;

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Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés, para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios. Y porque ya somos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: «¡Abbá! ¡Padre!» Así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero.

Antes, cuando ustedes no conocían a Dios, eran esclavos de seres que en realidad no son dioses.

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Pero cuando llegó el momento oportuno, Dios nos mandó a su hijo, que nació de una mujer y vivió bajo la ley. Así lo hizo Dios para poder comprar nuestra libertad de la ley y adoptarnos como sus hijos. Ustedes son hijos de Dios; y por lo tanto, él puso el Espíritu de su Hijo en nosotros, y ese Espíritu grita: «¡Querido padre!»[a] Entonces ya no eres esclavo sino hijo, y por ser hijo, Dios te ha hecho su heredero.

Pablo ama a los creyentes de Galacia

En el pasado, cuando ustedes no conocían a Dios, eran esclavos de dioses falsos.

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Footnotes

  1. 4:6 «¡Querido padre!» Textualmente ¡Abba!, una palabra en idioma arameo. Los niños llamaban Abba a su padre.

Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, a fin de comprar nuestra libertad, ya que éramos esclavos de la ley, y así adoptarnos como hijos suyos.

Y como ustedes son sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, y por eso lo llamamos «Papá, papá».

Así que ya no eres esclavo, sino hijo de Dios. Y como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero.

Preocupación de Pablo por los gálatas

Antes que ustedes conocieran a Dios, eran esclavos de los que en realidad no son dioses.

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