Pero en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: “No coman de ese árbol ni lo toquen; de lo contrario, morirán”.

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pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: «No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis(A)».

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La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que era atractivo a la vista y era deseable para adquirir sabiduría; así que tomó de su fruto y comió. Luego dio a su esposo, que estaba con ella, y él también comió. En ese momento los ojos de ambos fueron abiertos y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera.

Cuando el día comenzó a refrescar, el hombre y la mujer oyeron que Dios el Señor andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles para que Dios no los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y dijo:

—¿Dónde estás?

10 El hombre contestó:

—Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí.

11 —¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? —preguntó Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?

12 Él respondió:

—La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto y yo lo comí.

13 Entonces Dios el Señor preguntó a la mujer:

—¿Qué es lo que has hecho?

—La serpiente me engañó, y comí —contestó ella.

14 Dios el Señor dijo entonces a la serpiente:

«Por causa de lo que has hecho,
    ¡maldita serás entre todos los animales,
    tanto domésticos como salvajes!
Te arrastrarás sobre tu vientre
    y comerás polvo todos los días de tu vida.
15 Pondré enemistad entre tú y la mujer,
    y entre tu simiente y la de ella;
su simiente te aplastará la cabeza,
    pero tú le herirás el talón».

16 A la mujer dijo:

«Multiplicaré tu sufrimiento en el parto
    y darás a luz a tus hijos con dolor.
Desearás a tu marido,
    y él te dominará».

17 Al hombre dijo:

«Por cuanto hiciste caso a tu esposa
    y comiste del árbol del que te prohibí comer,
    ¡maldito será el suelo por tu culpa!
Con sufrimiento comerás de él
    todos los días de tu vida.
18 La tierra te producirá cardos y espinas,
    y comerás hierbas silvestres.
19 Te ganarás el pan con el sudor de tu frente,
    hasta que vuelvas a la misma tierra
    de la cual fuiste sacado.
Porque polvo eres
    y al polvo volverás».

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Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable[a] a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría[b], tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió(A). Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos(B); y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales[c].

Sentencia por el pecado y promesa de redención

Y oyeron al[d] Señor Dios que se paseaba(C) en el huerto al fresco[e] del día; y el hombre y su mujer se escondieron(D) de la presencia del Señor Dios entre los árboles del huerto. Y el Señor Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás(E)? 10 Y él respondió: Te oí[f] en el huerto, y tuve miedo(F) porque estaba desnudo, y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del cual te mandé que no comieras? 12 Y el hombre respondió: La mujer que tú me diste por compañera[g] me dio del árbol, y yo comí(G). 13 Entonces el Señor Dios dijo a la mujer: ¿Qué es esto que has hecho? Y la mujer respondió: La serpiente me engañó(H), y yo comí. 14 Y el Señor Dios dijo a la serpiente:

Por cuanto has hecho esto,
maldita(I) serás[h] más que todos los animales,
y más que todas las bestias del campo;
sobre tu vientre andarás,
y polvo comerás(J)
todos los días de tu vida.
15 Y pondré enemistad
entre tú y la mujer(K),
y entre tu simiente y su simiente;
él te herirá en[i] la cabeza,
y tú lo herirás en el calcañar(L).

16 A la mujer dijo:

En gran manera multiplicaré
tu dolor en el parto[j],
con dolor darás a luz los hijos(M);
y con todo, tu deseo será para tu marido,
y él tendrá dominio sobre ti(N).

17 Entonces dijo a Adán: Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: «No comerás de él»,

maldita(O) será[k] la tierra por tu causa;
con trabajo[l](P) comerás de ella
todos los días de tu vida.
18 Espinos y abrojos te producirá,
y comerás de las plantas[m] del campo.
19 Con el sudor de tu rostro
comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra(Q),
porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres(R),
y al polvo volverás.

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Footnotes

  1. Génesis 3:6 O, un deleite
  2. Génesis 3:6 O, hacer a uno sabio
  3. Génesis 3:7 O, fajas
  4. Génesis 3:8 Lit., la voz del
  5. Génesis 3:8 Lit., aire
  6. Génesis 3:10 Lit., Oí tu voz
  7. Génesis 3:12 O, para que estuviera conmigo
  8. Génesis 3:14 O, eres
  9. Génesis 3:15 O, te aplastará
  10. Génesis 3:16 Lit., y tu embarazo
  11. Génesis 3:17 O, es
  12. Génesis 3:17 O, dolor
  13. Génesis 3:18 Lit., la planta

23 Entonces Dios el Señor expulsó al ser humano del jardín del Edén para que trabajara la tierra de la cual había sido hecho. 24 Luego de expulsarlo, puso al oriente del jardín del Edén a los querubines y una espada ardiente que se movía por todos lados para custodiar el camino que lleva al árbol de la vida.

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23 Y el Señor Dios lo echó del huerto del Edén, para que labrara la tierra de la cual fue tomado. 24 Expulsó, pues, al hombre(A); y al oriente del huerto del Edén(B) puso querubines(C), y una espada encendida que giraba en todas direcciones, para guardar el camino del árbol de la vida(D).

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