⁴ He aquí, aquel cuya alma no es recta dentro de sí está envanecido, pero el justo por su fe vivirá.

⁶ Todos nosotros somos como cosa impura, y todas nuestras obras justas son como trapo de inmundicia. Todos nosotros nos hemos marchitado como hojas, y nuestras iniquidades nos han llevado como el viento.

⁷ Pues la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede.