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Castigo de Judá por medio de los caldeos

Profecía [a](A) que tuvo en visión el profeta Habacuc.

¿Hasta cuándo, oh Señor, pediré ayuda,
y no escucharás(B),
clamaré a ti: ¡Violencia!
y no salvarás(C)?
¿Por qué me haces ver la iniquidad(D),
y me haces mirar la opresión?
La destrucción y la violencia están delante de mí(E),
hay rencilla y surge discordia(F).
Por eso no se cumple[b] la ley(G)
y nunca prevalece[c] la justicia[d].
Pues el impío asedia al justo(H);
por eso sale pervertida la justicia[e](I).

Mirad entre las naciones, observad(J),
asombraos, admiraos(K);
porque haré[f] una obra en vuestros días
que no creeríais si se os contara(L).
Porque he aquí, yo levanto a los caldeos[g],
pueblo feroz[h] e impetuoso(M),
que marcha por la anchura de la tierra
para apoderarse de moradas ajenas(N).
Imponente y temible es(O);
de él mismo proceden su justicia[i] y su grandeza(P).
Sus caballos(Q) son más veloces que leopardos
y más astutos[j] que lobos al anochecer(R).
Al galope vienen sus jinetes[k],
sus jinetes vienen de lejos,
vuelan como águila(S) que se precipita a devorar.
Vienen todos ellos para hacer violencia,
su horda de rostros[l] avanza(T),
recoge cautivos como arena.
10 Se mofa de los reyes(U),
y los gobernantes le son motivo de risa;
se ríe de toda fortaleza(V),
amontona escombros para tomarla(W).
11 Entonces pasará como el viento(X) y seguirá,
y se le tendrá por culpable(Y),
porque hace de su poder(Z) su dios.

12 ¿No eres tú desde la eternidad,
oh Señor, Dios mío, Santo mío(AA)?
No moriremos.
Oh Señor, para juicio lo has puesto(AB);
tú, oh Roca(AC), lo has establecido para corrección.
13 Muy limpios son tus ojos para mirar el mal(AD),
y no puedes contemplar la opresión.
¿Por qué miras con agrado(AE)
a los que proceden pérfidamente(AF),
y callas(AG) cuando el impío traga(AH)
al que es más justo que él?
14 ¿Por qué[m] has hecho a los hombres como peces del mar,
como reptiles que no tienen jefe?
15 A todos los saca con anzuelo(AI) el pueblo invasor,
los arrastra con su red
y los junta en su malla(AJ).
Por eso se alegra y se regocija,
16 por eso ofrece sacrificio a su red
y quema incienso[n] a su malla,
pues gracias a ellas su pesca[o] es abundante[p](AK),
y suculenta[q] su comida.
17 ¿Vaciará, pues, su red(AL)
y seguirá matando sin piedad a las naciones(AM)?

Footnotes

  1. Habacuc 1:1 O, Carga
  2. Habacuc 1:4 Lit., está entumecida
  3. Habacuc 1:4 Lit., sale
  4. Habacuc 1:4 O, el derecho
  5. Habacuc 1:4 O, el derecho
  6. Habacuc 1:5 Así en la versión gr. (sept.); en el T.M., se hará
  7. Habacuc 1:6 O, babilonios
  8. Habacuc 1:6 Lit., amargo
  9. Habacuc 1:7 O, derecho
  10. Habacuc 1:8 O, más feroces
  11. Habacuc 1:8 O, piafan sus corceles
  12. Habacuc 1:9 O, la impetuosidad de sus rostros
  13. Habacuc 1:14 Lit., Y
  14. Habacuc 1:16 O, sacrifica
  15. Habacuc 1:16 Lit., porción
  16. Habacuc 1:16 Lit., grosura
  17. Habacuc 1:16 Lit., y grasosa

Habacuc se queja de injusticia

La profecía que vio el profeta Habacuc. ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.

Los caldeos castigarán a Judá

Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.(A) Porque he aquí, yo levanto a los caldeos,(B) nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas. Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad. Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar. Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena. 10 Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará. 11 Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios.

Protesta de Habacuc

12 ¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar. 13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él, 14 y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne? 15 Sacará a todos con anzuelo, los recogerá con su red, y los juntará en sus mallas; por lo cual se alegrará y se regocijará. 16 Por esto hará sacrificios a su red, y ofrecerá sahumerios a sus mallas; porque con ellas engordó su porción, y engrasó su comida. 17 ¿Vaciará por eso su red, y no tendrá piedad de aniquilar naciones continuamente?

Esta es la profecía que el profeta Habacuc recibió en visión.

La primera queja de Habacuc

¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda
    sin que tú me escuches?
¿Hasta cuándo he de clamar «¡violencia!»,
    sin que tú nos salves?
¿Por qué me haces presenciar tanta iniquidad?
    ¿Por qué toleras la maldad?
Veo ante mis ojos destrucción y violencia;
    surgen riñas y abundan las contiendas.
Por lo tanto, se debilita la Ley
    y no prevalece la justicia.
El malvado acosa al justo
    y se pervierte la justicia.

La respuesta del Señor

«¡Miren a las naciones!
    ¡Contémplenlas y quédense asombrados!
Estoy por hacer en estos días una obra,
    que si se la contara, no la creerían.
Estoy incitando a los babilonios,[a]
    ese pueblo despiadado e impetuoso,
que recorre toda la tierra
    para apoderarse de territorios ajenos.
Son un pueblo temible y espantoso,
    que impone su propia justicia
    y promueve su propia honra.
Sus caballos son más veloces que leopardos,
    más feroces que lobos nocturnos.
Su caballería se lanza a todo galope;
    sus jinetes vienen de muy lejos.
    Vuelan como águilas que se lanzan dispuestas a devorar.
Todos vienen para hacer violencia;
    avanzan sus hordas[b] como el viento del desierto,
    hacen prisioneros como quien recoge arena.
10 Ridiculizan a los reyes,
    se burlan de los gobernantes;
se ríen de toda ciudad amurallada,
    pues construyen rampas y la toman.
11 Son un viento que a su paso arrasa todo;
    su pecado es hacer de su fuerza un dios».

La segunda queja de Habacuc

12 ¿No eres tú, Señor, desde la eternidad?
    ¡Tú, mi Dios, mi santo, no morirás![c]
Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia;
    tú, mi Roca, los has puesto para ejecutar tu castigo.
13 Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal;
    no te es posible contemplar la opresión.
¿Por qué entonces toleras a los traidores?
    ¿Por qué guardas silencio
    mientras los malvados se tragan a los más justos que ellos?
14 Has hecho a los hombres como peces del mar,
    como reptiles que no tienen jefe.
15 El malvado los saca a todos con anzuelo,
    los arrastra con sus redes,
los recoge entre sus mallas,
    y así se alegra y regocija.
16 Por lo tanto, ofrece sacrificios a sus redes
    y quema incienso a sus mallas,
pues gracias a sus redes su porción es sabrosa
    y su comida es suculenta.
17 ¿Continuará vaciando sus redes
    y matando sin piedad a las naciones?

Footnotes

  1. 1:6 Lit. caldeos.
  2. 1:9 hordas. Palabra de difícil traducción.
  3. 1:12 no morirás; según una tradición rabínica; no moriremos (TM).

Éste es el mensaje que el Señor reveló al profeta Habacuc.

Señor, ¿hasta cuándo gritaré pidiendo ayuda
sin que tú me escuches?
¿Hasta cuándo clamaré a causa de la violencia
sin que vengas a librarnos?
¿Por qué me haces ver
tanta angustia y maldad?
Estoy rodeado de violencia y destrucción;
por todas partes hay pleitos y luchas.
No se aplica la ley,
se pisotea el derecho,
el malo persigue al bueno
y se tuerce la justicia.
«Miren ustedes a las naciones que los rodean;
mírenlas y llénense de espanto.
Estoy a punto de hacer cosas tales
que ustedes no las creerían, si alguien se las contara.
Voy a poner en pie de guerra a los caldeos,
que son gente cruel, que siempre están dispuestos
a recorrer el mundo de lado a lado
para adueñarse de tierras que no les pertenecen.
Son espantosos y terribles,
y no reconocen más ley que la suya.
Sus caballos son más veloces que los leopardos,
más salvajes que los lobos del desierto.
Sus jinetes galopan en gran número
y se lanzan al ataque desde lejos,
como el águila se lanza sobre su presa.
Todo lo destruyen a su paso;
en su avance van sembrando el terror,
y son más los prisioneros que hacen
que las arenas que hay en el mar.
10 Se burlan de los reyes
y de la gente importante.
Se ríen de las fortalezas,
pues levantan rampas ante ellas
y las toman por asalto.
11 Pasan como un huracán;
no reconocen más dios que su propia fuerza.»
12 Señor, ¿acaso no existes tú eternamente,
mi Dios santo e inmortal?
Señor y protector mío,
tú has dado fuerza a los caldeos
para que ellos ejecuten tu justicia.
13 Tú eres demasiado puro para consentir el mal,
para contemplar con agrado la iniquidad;
¿cómo, pues, contemplas callado a los criminales,
y guardas silencio mientras el malvado
destruye a los que son mejores que él?
14 ¿Por qué tratas a los hombres
como a peces del mar,
como a animales sin gobierno?
15 Los caldeos se apoderan de otras naciones
como el pescador se apodera del pescado:
lo atrapa con anzuelos y con redes,
y luego, al verlo todo junto, se llena de alegría.
16 Por eso el pescador adora sus redes y anzuelos,
y ofrece sacrificios y quema incienso en su honor,
pues gracias a ellos tiene comida buena y abundante.
17 Así, ¿seguirán los caldeos pescándonos con sus redes?
¿Seguirán matando sin compasión a la gente?