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31 Rahab, la prostituta, confió en Dios y trató bien a los espías de Israel. Por eso no murió junto con los que habían desobedecido a Dios en Jericó.

32 ¿Qué más les puedo decir? No me alcanzaría el tiempo para hablarles de la confianza en Dios de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas. 33 Ellos confiaron en Dios, y por eso conquistaron países; y como actuaron con justicia, recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron la boca de leones y

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31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes,(A) habiendo recibido a los espías en paz.(B)

32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón,(C) de Barac,(D) de Sansón,(E) de Jefté,(F) de David,(G) así como de Samuel(H) y de los profetas; 33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,(I)

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