11 Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien dolorosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.

12 Por tanto, renueven las fuerzas de sus manos débiles y de sus rodillas temblorosas. 13 «Hagan sendas derechas para sus pies»[a] para que la pierna coja no se disloque, sino que se sane.

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Footnotes

  1. 12:13 Pr 4:26.

11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Los que rechazan la gracia de Dios

12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;(A) 13 y haced sendas derechas para vuestros pies,(B) para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.

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