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Peligro de la negligencia

Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído[a], no sea que nos desviemos(A). Porque si la palabra hablada(B) por medio de ángeles(C) resultó ser inmutable, y toda transgresión y desobediencia(D) recibió una justa retribución(E), ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos(F) una salvación(G) tan grande? La cual, después que fue anunciada[b](H) primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada(I) por los que la oyeron. Dios testificó junto con ellos, tanto por señales[c](J) como por prodigios(K), y por diversos milagros[d](L) y por dones repartidos del Espíritu Santo(M) según Su propia voluntad(N).

Cristo coronado de gloria y honor

Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero(O), acerca del cual estamos hablando. Pero uno ha testificado en un lugar(P) de las Escrituras diciendo:

«¿Qué es el hombre para que Tú te acuerdes de Él,
O el hijo del hombre para que te intereses en Él(Q)?
(R)Lo has hecho un poco inferior a los Ángeles;
Lo has coronado de gloria y honor,
Y lo has puesto sobre las obras de Tus manos[e];
Todo lo has sujetado bajo sus pies(S)».

Porque al sujetarlo todo a él, no dejó nada que no le sea sujeto. Pero ahora no vemos aún todas las cosas sujetas a él(T).

Pero vemos a Aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles(U), es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor(V) a causa del padecimiento de la muerte(W), para que por la gracia de Dios(X) probara la muerte(Y) por todos(Z). 10 Porque convenía que Aquel(AA) para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas(AB), llevando muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto(AC) por medio de los padecimientos al autor[f] de la salvación de ellos(AD). 11 Porque tanto el que santifica(AE) como los que son santificados(AF), son todos de un Padre(AG); por lo cual Él no se avergüenza de llamarlos hermanos(AH), 12 cuando dice:

«Anunciaré Tu nombre a Mis hermanos,
En medio de la congregación[g] te cantaré himnos(AI)».

13 Otra vez:

«Yo en Él confiaré[h](AJ)».

Y otra vez:

«Aquí estoy, Yo y los hijos que Dios me ha dado(AK)».

14 Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre[i](AL), también Jesús participó de lo mismo(AM), para anular mediante la muerte el poder(AN) de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo(AO), 15 y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud(AP) durante toda la vida. 16 Porque ciertamente no ayuda a los ángeles, sino que ayuda a[j] la descendencia[k] de Abraham.

17 Por tanto, tenía que ser[l] hecho semejante a Sus hermanos(AQ) en todo, a fin de que llegara a ser un sumo sacerdote(AR) misericordioso y fiel(AS) en las cosas que a Dios atañen(AT), para hacer propiciación(AU) por los pecados del pueblo. 18 Pues por cuanto Él mismo fue tentado(AV) en el sufrimiento, es poderoso para socorrer a[m] los que son tentados.

Footnotes

  1. Hebreos 2:1 Lit. a las cosas que se han oído.
  2. Hebreos 2:3 Lit. hablada.
  3. Hebreos 2:4 O milagros.
  4. Hebreos 2:4 O diversas obras de poder.
  5. Hebreos 2:7 Algunos mss. antiguos no incluyen: y...manos.
  6. Hebreos 2:10 O líder.
  7. Hebreos 2:12 O iglesia.
  8. Hebreos 2:13 Lit. pondré mi confianza en Él.
  9. Hebreos 2:14 Lit. sangre y carne.
  10. Hebreos 2:16 Lit. no toma a los ángeles, sino que toma a.
  11. Hebreos 2:16 Lit. simiente.
  12. Hebreos 2:17 Lit. estaba obligado a ser.
  13. Hebreos 2:18 O para acudir al socorro de.

Una salvación tan grande

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

El autor de la salvación

Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando; pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo:

¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,

O el hijo del hombre, para que le visites?

Le hiciste un poco menor que los ángeles,

Le coronaste de gloria y de honra,

Y le pusiste sobre las obras de tus manos;

Todo lo sujetaste bajo sus pies.(A)

Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.

10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. 11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo:

Anunciaré a mis hermanos tu nombre,

En medio de la congregación te alabaré.(B)

13 Y otra vez:

Yo confiaré en él.(C)

Y de nuevo:

He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.(D)

14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. 16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. 18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

Advertencia a prestar atención

Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo. Porque, si el mensaje anunciado por los ángeles tuvo validez y toda transgresión y desobediencia recibió su justo castigo, ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor y los que la oyeron nos la confirmaron. A la vez, Dios ratificó su testimonio acerca de ella con señales, prodigios, diversos milagros y dones distribuidos por el Espíritu Santo según su voluntad.

Jesús, hecho igual a sus hermanos

Dios no puso bajo el dominio de los ángeles el mundo venidero del que estamos hablando. Como alguien ha atestiguado en algún lugar:

«¿Qué es el hombre para que en él pienses?
    ¿Qué es el hijo del hombre para que lo tomes en cuenta?
Lo hiciste poco[a] menor que los ángeles
    y lo coronaste de gloria y de honra;
    todo lo pusiste bajo sus pies».[b]

Si Dios puso bajo él todas las cosas, entonces no hay nada que no esté bajo su dominio. Ahora bien, es cierto que todavía no vemos que todo esté sometido a él. Sin embargo, vemos a Jesús, quien fue hecho un poco menor a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber padecido la muerte. Así, por la gracia de Dios, la muerte que él sufrió resulta en beneficio de todos.

10 En efecto, a fin de llevar a muchos hijos a la gloria, convenía que Dios, para quien y por medio de quien todo existe, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos. 11 Tanto el que santifica como los que son santificados tienen un mismo origen, por lo cual Jesús no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 cuando dice:

«Proclamaré tu nombre a mis hermanos;
    en medio de la congregación te alabaré».[c]

13 En otra parte dice:

«Yo confiaré en él».[d]

Y añade:

«Aquí me tienen, con los hijos que Dios me ha dado».[e]

14 Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso,[f] él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—, 15 y librar a todos los que por temor a la muerte estaban sometidos a esclavitud durante toda la vida. 16 Pues, ciertamente, no vino en auxilio de los ángeles, sino de los descendientes de Abraham. 17 Por eso era preciso que en todo se pareciera a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y compasivo al servicio de Dios, a fin de obtener el perdón de los pecados del pueblo. 18 Por haber sufrido él mismo la tentación, puede socorrer a los que son tentados.

Footnotes

  1. 2:7 poco. Alt. por un poco de tiempo; también en v. 9.
  2. 2:8 Sal 8:4-6.
  3. 2:12 Sal 22:22.
  4. 2:13 Is 8:17.
  5. 2:13 Is 8:18.
  6. 2:14 carne y hueso. Lit. sangre y carne.