Add parallel Print Page Options

pues aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:

«Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor
ni desmayes cuando eres reprendido por él,
porque el Señor al que ama, disciplina,
y azota a todo el que recibe por hijo.»

Read full chapter