³¹ Así que, viendo anticipadamente la resurrección del Mesías, David habló de ella y dijo que el Mesías no se quedaría en el sepulcro ni su cuerpo se descompondría. ³² Pues bien, Dios ha resucitado a ese mismo Jesús, y de ello todos nosotros somos testigos.

¹⁵ Y así mataron ustedes al que nos lleva a la vida. Pero Dios lo resucitó, y de esto nosotros somos testigos.

²⁶ Cuando Dios resucitó a su Hijo, lo envió primero a ustedes, para bendecirlos, haciendo que cada uno de ustedes se convierta de su maldad.»

¹⁰ Pues bien, declaramos ante ustedes y ante todo el pueblo de Israel que este hombre que está aquí, delante de todos, ha sido sanado en el nombre de Jesucristo de Nazaret, el mismo a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó.

³⁰ El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, el mismo a quien ustedes mataron colgándolo en una cruz.