Discurso de Esteban ante el Consejo

—¿Son ciertas estas acusaciones? —le preguntó el sumo sacerdote.

Él contestó:

—Hermanos y padres, ¡escúchenme! El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abraham cuando este aún vivía en Mesopotamia, antes de radicarse en Jarán. “Deja tu tierra y a tus parientes —le dijo Dios—, y ve a la tierra que te mostraré”.[a]

»Entonces salió de la tierra de los caldeos y se estableció en Jarán. Desde allí, después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra donde ustedes viven ahora. No le dio herencia alguna en ella, ni siquiera dónde plantar el pie, pero prometió dársela en posesión a él y a su descendencia, aunque Abraham no tenía ni un solo hijo todavía. Dios le dijo así: “Tus descendientes vivirán como extranjeros en tierra extraña, donde serán esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años. Pero yo castigaré a la nación que los esclavizará, y luego tus descendientes saldrán de esa tierra y me adorarán en este lugar”.[b] Hizo con Abraham el pacto que tenía por señal la circuncisión. Así, cuando Abraham tuvo a su hijo Isaac, lo circuncidó a los ocho días de nacido; Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas.

»Por envidia los patriarcas vendieron a José como esclavo, quien fue llevado a Egipto; pero Dios estaba con él 10 y lo libró de todas sus desgracias. Le dio sabiduría para ganarse el favor del faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador del país y del palacio real.

11 »Hubo entonces un hambre que azotó a todo Egipto y a Canaán, y causó mucho sufrimiento. Nuestros antepasados no encontraban alimentos. 12 Al enterarse Jacob de que había comida en Egipto, mandó allá a nuestros antepasados en una primera visita. 13 En la segunda visita, José se dio a conocer a sus hermanos y así el faraón llegó a conocer a la familia de José. 14 Después de esto, José mandó llamar a su padre Jacob y a toda su familia, setenta y cinco personas en total. 15 Bajó entonces Jacob a Egipto, y allí murieron él y nuestros antepasados. 16 Sus restos fueron llevados a Siquén y puestos en el sepulcro que a buen precio Abraham había comprado a los hijos de Jamor en Siquén.

17 »Cuando ya se acercaba el tiempo de que se cumpliera la promesa que Dios había hecho a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto. 18 Por aquel entonces llegó al poder en Egipto un nuevo rey que no había conocido a José. 19 Este rey usó de artimañas con nuestro pueblo y oprimió a nuestros antepasados, obligándolos a dejar abandonados a sus hijos recién nacidos para que murieran.

20 »En aquel tiempo nació Moisés y era hermoso a los ojos de Dios.[c] Por tres meses se crio en la casa de su padre 21 y, al quedar abandonado, la hija del faraón lo adoptó y lo crio como a su propio hijo. 22 Así Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso en palabra y en obra.

23 »Cuando cumplió cuarenta años, Moisés tuvo el deseo de visitar a sus hermanos israelitas. 24 Al ver que un egipcio maltrataba a uno de ellos, acudió en su defensa y lo vengó matando al egipcio. 25 Moisés suponía que sus hermanos reconocerían que Dios iba a liberarlos por medio de él, pero ellos no lo comprendieron así. 26 Al día siguiente, Moisés sorprendió a dos israelitas que estaban peleando. Trató de reconciliarlos, diciéndoles: “Señores, ustedes son hermanos; ¿por qué quieren hacerse daño?”.

27 »Pero el que estaba maltratando al otro empujó a Moisés y le dijo: “¿Y quién te nombró gobernante y juez sobre nosotros? 28 ¿Acaso quieres matarme a mí, como mataste ayer al egipcio?”.[d] 29 Al oír esto, Moisés huyó a Madián; allí vivió como extranjero y tuvo dos hijos.

30 »Pasados cuarenta años, se le apareció un ángel en el desierto cercano al monte Sinaí, entre las llamas de una zarza ardiente. 31 Moisés se asombró de lo que veía. Al acercarse para observar, oyó la voz del Señor: 32 “Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”.[e] Moisés se puso a temblar de miedo y no se atrevía a mirar.

33 »Le dijo el Señor: “Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa. 34 En verdad he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse, así que he descendido para librarlos. Ahora ven y te enviaré de vuelta a Egipto”.[f]

35 »A este mismo Moisés, a quien habían rechazado diciéndole: “¿Y quién te nombró gobernante y juez?”, Dios lo envió para ser gobernante y libertador, mediante el poder del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Él los sacó de Egipto haciendo prodigios y señales tanto en la tierra de Egipto como en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años.

37 »Este Moisés dijo a los israelitas: “Dios hará surgir para ustedes, de entre sus hermanos, a un profeta como yo”.[g] 38 Este mismo Moisés estuvo en la asamblea en el desierto, con el ángel que le habló en el monte Sinaí y con nuestros antepasados. Fue también él quien recibió palabras de vida para comunicárnoslas a nosotros.

39 »Nuestros antepasados no quisieron obedecerlo a él, sino que lo rechazaron. Lo que realmente deseaban era volver a Egipto, 40 por lo cual dijeron a Aarón: “Tienes que hacernos dioses que vayan delante de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!”.[h]

41 »Entonces se hicieron un ídolo en forma de becerro. Le ofrecieron sacrificios y tuvieron fiesta en honor a la obra de sus manos. 42 Pero Dios les volvió la espalda y los entregó a que rindieran culto a los astros. Así está escrito en el libro de los Profetas:

»“Casa de Israel, ¿acaso me ofrecieron ustedes sacrificios y ofrendas
    durante los cuarenta años en el desierto?
43 Al contrario, ustedes se hicieron cargo del santuario de Moloc,
    de la estrella del dios Refán,
    y de las imágenes que hicieron para adorarlas.
Por lo tanto, los mandaré al exilio”[i] más allá de Babilonia.

44 »Nuestros antepasados tenían en el desierto la Tienda con las tablas del pacto, hecho como Dios había ordenado a Moisés, según el modelo que este había visto. 45 Después de haber recibido el santuario, lo trajeron consigo bajo el mando de Josué, cuando conquistaron la tierra de las naciones que Dios expulsó de la presencia de ellos. Allí permaneció hasta el tiempo de David, 46 quien disfrutó del favor de Dios y pidió que le permitiera proveer una morada para el Dios[j] de Jacob. 47 Pero fue Salomón quien construyó la casa.

48 »Sin embargo, el Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas. Como dice el profeta:

49 »“El cielo es mi trono,
    y la tierra, el estrado de mis pies.
¿Qué casa me pueden construir?
    —dice el Señor—.
    ¿Dónde estará el lugar de mi reposo?
50 ¿No es mi mano la que ha hecho todas estas cosas?”.[k]

51 »¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos![l] Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo! 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados? Ellos mataron a los que de antemano anunciaron la venida del Justo, y ahora a este lo han traicionado y asesinado 53 ustedes, que recibieron la Ley promulgada por medio de ángeles y no la han obedecido.

Muerte de Esteban

54 Al oír esto, rechinando los dientes, se enojaron mucho contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la derecha de Dios.

56 —¡Veo el cielo abierto —exclamó—, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!

57 Entonces ellos, gritando a voz en cuello, se taparon los oídos y todos a una se abalanzaron sobre él, 58 lo sacaron a empellones fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Los acusadores encargaron sus mantos a un joven llamado Saulo.

59 Mientras lo apedreaban, Esteban oraba.

—Señor Jesús —decía—, recibe mi espíritu.

60 Luego cayó de rodillas y gritó:

—¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!

Cuando hubo dicho esto, murió.[m]

Footnotes

  1. 7:3 Gn 12:1.
  2. 7:7 Gn 15:13,14; Éx 3:12.
  3. 7:20 era … Dios. Alt. era sumamente hermoso.
  4. 7:28 Éx 2:14.
  5. 7:32 Éx 3:6.
  6. 7:34 Éx 3:5,7,8,10.
  7. 7:37 Dt 18:15.
  8. 7:40 Éx 32:1.
  9. 7:43 Am 5:25-27.
  10. 7:46 para el Dios. Var. para la casa (es decir, la familia).
  11. 7:50 Is 66:1,2.
  12. 7:51 ¡Tercos … oídos! Lit. ¡Duros de cuello e incircuncisos en los corazones y los oídos!
  13. 7:60 murió. Lit. durmió.

Defensa y muerte de Esteban

El sumo sacerdote le preguntó: «¿Es verdad lo que se dice?» Y Esteban respondió:

«Escúchenme, padres y hermanos: El Dios de la gloria se le apareció a nuestro padre Abrahán mucho tiempo antes de que éste viviera en Jarán, cuando aún estaba en Mesopotamia, y le dijo: “Deja tu tierra y tu parentela, y ven a la tierra que te voy a mostrar.”(A) Entonces Abrahán dejó la tierra de los caldeos y se fue a vivir en Jarán;(B) y cuando murió su padre, Dios lo trajo a esta tierra, donde ustedes viven ahora.(C) Y aunque no le dio siquiera un poco de terreno donde poner el pie, le prometió que esa tierra se la daría a su descendencia,(D) a pesar de que él no tenía ningún hijo. También le dijo Dios que sus descendientes vivirían cuatrocientos años en otras tierras, como extranjeros, y que allí los esclavizarían y los tratarían muy mal. Pero añadió: “Yo juzgaré a la nación que los hará esclavos, y después de eso saldrán y me servirán en este lugar.”(E) Luego le dio el pacto de la circuncisión.(F) Y Abrahán fue padre de Isaac,(G) y lo circuncidó al octavo día. El hijo de Isaac fue Jacob;(H) y Jacob fue el padre de los doce patriarcas.(I) Pero ellos, por envidia,(J) vendieron a José, y él fue llevado a Egipto.(K) Pero Dios estaba con él,(L) 10 así que lo libró de todos sus sufrimientos y le dio sabiduría para congraciarse ante el faraón, rey de Egipto, quien lo nombró gobernador de su país y de su casa.(M) 11 En ese tiempo se desató una hambruna en toda la tierra de Egipto y de Canaán, que trajo un gran sufrimiento. Y nuestros padres tampoco tenían qué comer.(N) 12 Pero cuando Jacob supo que en Egipto había trigo, mandó por primera vez a nuestros padres a comprarlo.(O) 13 La segunda vez, José les reveló a sus hermanos quién era él,(P) y el Faraón llegó a saber de dónde provenía José.(Q) 14 Luego, José mandó que llevaran a Egipto a su padre Jacob(R) y a toda su familia, que eran setenta y cinco personas.(S) 15 Así fue como Jacob llegó a Egipto,(T) donde murió.(U) Allí también murieron nuestros padres, 16 pero luego sus restos fueron trasladados a Siquén y puestos en el sepulcro que Abrahán había comprado a los hijos de Jamor.(V)

17 »Cuando se fue acercando el tiempo de la promesa que Dios le hizo a Abrahán, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto, 18 hasta que subió al trono otro rey, que no había conocido a José.(W) 19 Este rey fue astuto y cruel con nuestro pueblo; maltrató a nuestros padres(X) para que murieran sus niños y no se propagaran.(Y) 20 Por ese tiempo nació Moisés, niño que agradó a Dios. Durante tres meses lo criaron sus padres,(Z) 21 pero cuando estaba en peligro de morir, la hija del faraón lo recogió y lo crió como a su propio hijo;(AA) 22 lo educó en la sabiduría de los egipcios, y él llegó a tener poder por sus conocimientos y por lo que hacía.

23 »Cuando Moisés cumplió cuarenta años, sintió deseos de visitar a sus hermanos israelitas. 24 Así lo hizo. Pero al ver que un egipcio maltrataba a uno de ellos, hirió al egipcio para vengar el maltrato a su hermano. 25 Moisés creía que los israelitas sabían que Dios los liberaría por medio de él; pero ellos no lo entendieron así. 26 Al día siguiente, vio que unos de ellos reñían, y queriendo ponerlos en paz les dijo: “Ustedes son hermanos; ¿por qué se maltratan?” 27 Pero uno de ellos le dijo: “¿Y quién te ha nombrado nuestro gobernador y juez? 28 ¿Acaso quieres matarme, como lo hiciste ayer con el egipcio?” 29 Al oír esto, Moisés huyó a la tierra de Madián, y allí vivió como extranjero,(AB) y se casó y tuvo dos hijos.(AC)

30 »Después de cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, entre las llamas de una zarza que ardía. 31 Moisés se quedó maravillado de esa visión, y se acercó para observar bien. Entonces oyó la voz del Señor, que le decía: 32 “Yo soy el Dios de tus padres. Soy el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob.” Moisés temblaba de miedo y no se atrevía a mirar. 33 Pero el Señor añadió: “Descálzate los pies, porque estás pisando un lugar sagrado. 34 He estado viendo la aflicción que sufre mi pueblo en Egipto, y sé cómo gime. Por eso he venido a librarlos. Prepárate, porque voy a enviarte a Egipto.”(AD)

35 »A este Moisés, a quien los israelitas rechazaron al preguntarle: “¿Quién te ha nombrado nuestro gobernador juez?”, fue a quien Dios mismo envió como gobernador y libertador por medio del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Y Moisés liberó a los israelitas al realizar prodigios y señales durante cuarenta años en Egipto,(AE) en el Mar Rojo(AF) y en el desierto.(AG) 37 Fue este mismo Moisés quien dijo a los israelitas: “Dios hará que surja entre los hermanos de ustedes un profeta, como me hizo surgir a mí.”(AH) 38 Éste es el mismo Moisés que estuvo en el desierto con todo el pueblo y con nuestros padres, y que en el monte Sinaí les comunicaba lo que el ángel le decía.(AI) Fue él quien recibió las palabras de vida que debía comunicarnos. 39 Pero nuestros padres no quisieron obedecerlo. Al contrario, lo rechazaron porque en su corazón querían volver a Egipto. 40 Por eso le dijeron a Aarón: “Haz unos dioses que nos guíen, porque no sabemos que le sucedió a Moisés, el que nos sacó de Egipto.”(AJ) 41 Fue así como se hicieron un ídolo con forma de becerro, y a la hechura de sus manos le ofrecieron sacrificios y le hicieron fiesta.(AK) 42 Entonces Dios se apartó de ellos, y los entregó a rendir culto a los astros que veían en el cielo. Así está escrito en el libro de los profetas:

»“Israelitas, ¿acaso en el desierto
me ofrecieron ofrendas y sacrificios
durante cuarenta años?
43 ”Lejos de eso, llevaron el tabernáculo de Moloc
y la estrella de su dios Refán.
¡Ésas fueron las imágenes que se hicieron para adorarlas!
Por eso los llevaré más allá de Babilonia.”(AL)

44 »Nuestros padres tuvieron en el desierto el tabernáculo del testimonio, que Dios mismo ordenó cuando le dijo a Moisés que lo hiciera conforme al modelo que le había mostrado.(AM) 45 Y ellos lo recibieron y lo introdujeron con Josué(AN) cuando tomaron posesión de la tierra de las naciones, a las que Dios arrojó de la presencia de nuestros padres. Y el tabernáculo estuvo con ellos hasta los días de David. 46 David fue del agrado del Señor y quiso edificarle un tabernáculo al Dios de Jacob,(AO) 47 pero fue Salomón quien lo edificó,(AP) 48 aunque es verdad que el Altísimo no habita en templos hechos por manos humanas. Porque el profeta dice:

49 »“Así dice el Señor:
El cielo es mi trono,
y la tierra es el estrado de mis pies.
¿Qué casa pueden edificarme?
¿En qué lugar pueden hacerme descansar?
50 ¿Acaso no soy yo quien hizo todo esto?”(AQ)

51 »¡Pero ustedes son duros de cabeza, de corazón y de oídos! ¡Siempre se oponen al Espíritu Santo! ¡Son iguales que sus padres!(AR) 52 ¿A qué profeta no persiguieron? Mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo, el mismo a quien ustedes entregaron y mataron. 53 Ustedes, que recibieron la ley por medio de ángeles, no la obedecieron.»

54 Cuando ellos oyeron a Esteban decir esto, se enfurecieron tanto que hasta les rechinaban los dientes. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, levantó los ojos al cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús a su derecha. 56 Dijo entonces: «Veo los cielos abiertos, y que el Hijo del Hombre está a la derecha de Dios.» 57 Pero ellos, lanzando un fuerte grito, se taparon los oídos y arremetieron contra Esteban, 58 y lo sacaron de la ciudad y lo apedrearon. Los testigos falsos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo, 59 y mientras lo apedreaban, Esteban rogaba: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.» 60 Luego cayó de rodillas y clamó con fuerte voz: «Señor, no les tomes en cuenta este pecado.» Y dicho esto, murió.

Discurso de Esteban

Y el sumo sacerdote dijo: ¿Es esto así?

Y él dijo: Escuchadme, hermanos y padres(A). El Dios de gloria(B) apareció a nuestro padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que habitara en Harán(C), y le dijo: «Sal de tu tierra y de tu parentela, y ve a la tierra que yo te mostraré(D)». Entonces él salió de la tierra de los caldeos y se radicó en Harán(E). Y de allí, después de la muerte de su padre, Dios lo trasladó a esta tierra en la cual ahora vosotros habitáis(F). No le dio en ella heredad, ni siquiera la medida de la planta del pie, y sin embargo, aunque no tenía hijo, prometió que se la daría en posesión a Él y a su descendencia después de Él(G). Y Dios dijo así: «(H)Que sus descendientes serían extranjeros en una tierra extraña, y que serían esclavizados y maltratados[a] por cuatrocientos años. Pero yo mismo juzgaré a cualquier nación de la cual sean esclavos» —dijo Dios— «y después de eso saldrán y me servirán[b] en este lugar(I)». Y Dios le dio el pacto[c] de la circuncisión(J); y así Abraham vino a ser el padre de Isaac, y lo circuncidó al octavo día(K); e Isaac vino a ser el padre de Jacob(L), y Jacob de los doce patriarcas(M).

Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto(N). Pero Dios estaba con él, 10 y lo rescató de todas sus aflicciones, y le dio gracia(O) y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y este lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.

11 Entonces vino hambre sobre todo Egipto y Canaán(P), y con ella gran aflicción; y nuestros padres no hallaban alimentos. 12 Pero cuando Jacob supo[d] que había grano[e] en Egipto(Q), envió a nuestros padres allá la primera vez. 13 En la segunda visita, José se dio a conocer a sus hermanos(R), y conoció[f] Faraón el linaje de José(S). 14 Y José, enviando mensaje, mandó llamar a Jacob su padre y a toda su parentela(T), en total setenta y cinco(U) personas(V). 15 Y Jacob descendió a Egipto, y allí murió(W) él y también nuestros padres. 16 Y de allí fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que por una suma de dinero había comprado Abraham a los hijos de Hamor(X) en Siquem.

17 Pero a medida que se acercaba el tiempo(Y) de la promesa que Dios había confirmado a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto(Z), 18 hasta que surgió otro rey en Egipto que no sabía nada de José(AA). 19 Este rey, obrando con astucia contra nuestro pueblo[g], maltrató a nuestros padres, a fin de que expusieran a la muerte a[h] sus niños para que no vivieran(AB). 20 Fue por ese tiempo que Moisés nació. Era hermoso a la vista de Dios[i], y fue criado por tres meses en la casa de su padre(AC). 21 Después de ser abandonado[j] para morir, la hija de Faraón se lo llevó[k] y lo crió como su propio hijo(AD). 22 Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios(AE), y era un hombre poderoso en palabras y en hechos. 23 Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta años(AF), sintió[l] en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel(AG). 24 Y al ver que uno de ellos era tratado injustamente, lo defendió y vengó al[m] oprimido matando[n] al egipcio. 25 Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad[o] por medio de él[p], pero ellos no entendieron. 26 Al día siguiente se les presentó, cuando dos de ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo: «Varones, vosotros sois hermanos, ¿por qué os herís[q] el uno al otro(AH)?». 27 Pero el que estaba hiriendo[r] a su prójimo lo empujó, diciendo: «¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros(AI)? 28 ¿Acaso quieres matarme como mataste ayer al egipcio(AJ)?». 29 Al oír estas palabras, Moisés huyo y se convirtió en extranjero en la tierra de Madián(AK), donde fue padre de dos hijos(AL).

30 Y pasados cuarenta años, se le apareció un Ángel(AM) en el desierto del monte Sinaí, en la llama de una zarza que ardía(AN). 31 Al ver esto, Moisés se maravillaba de la visión, y al acercarse para ver mejor, vino a él la voz del Señor: 32 «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob(AO)». Moisés temblando, no se atrevía a mirar. 33 Pero el Señor le dijo: «Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás es tierra santa(AP). 34 Ciertamente he visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus gemidos, y he descendido para librarlos(AQ); ven[s] ahora y te enviaré a Egipto(AR)».

35 Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: «¿Quién te ha puesto por gobernante y juez(AS)?» es el mismo que Dios envió[t] para ser gobernante y libertador con la ayuda[u] del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Este hombre los sacó(AT), haciendo prodigios y señales[v](AU) en la tierra de Egipto, en el mar Rojo y en el desierto por cuarenta años(AV). 37 Este es el mismo Moisés que dijo a los hijos de Israel: «Dios os levantará un profeta como yo[w] de entre vuestros hermanos(AW)». 38 Este es el que estaba en la congregación[x] en el desierto(AX) junto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí(AY), y con nuestros padres, y el que recibió palabras[y](AZ) de vida(BA) para transmitirlas a vosotros; 39 al cual nuestros padres no quisieron obedecer[z], sino que lo repudiaron, y en sus corazones regresaron a Egipto(BB), 40 diciendo a Aarón: «Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés que nos saco de la tierra de Egipto, no sabemos lo que le haya pasado(BC)». 41 En aquellos días hicieron un becerro y ofrecieron sacrificio al ídolo(BD), y se regocijaban en las obras de sus manos(BE). 42 Pero Dios se apartó de ellos y los entregó para que sirvieran[aa] al ejército del cielo[ab](BF), como está escrito en el libro de los profetas: ¿(BG)Acaso fue a mí a quien ofrecisteis victimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años(BH), casa de Israel? 43 También llevasteis el tabernáculo de Moloc, y la estrella del dios Rentan, las imágenes que hicisteis para adorarlas. Yo también os deportaré más allá de Babilonia.

44 Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como le había ordenado que lo hiciera aquel que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto(BI). 45 A su vez, habiéndolo recibido, nuestros padres lo introdujeron con Josué al tomar[ac] posesión de las naciones[ad] que Dios arrojó de delante de nuestros padres(BJ), hasta los días de David. 46 Y David[ae] halló gracia delante de Dios(BK), y pidió el favor de hallar una morada para el Dios[af] de Jacob(BL). 47 Pero fue Salomón quien le edificó una casa(BM). 48 Sin embargo, el Altísimo(BN) no habita en casas hechas por manos de hombres; como dice el profeta:

49 (BO)El cielo es mi trono,
y la tierra el estrado de mis pies;
¿que casa me edificaréis? —dice el Señor—
¿O cuál es el lugar de mi reposo?
50 ¿No fue mi mano la que hizo todas estas cosas?

51 Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazón(BP) y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros. 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres(BQ)? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo(BR), del cual ahora vosotros os hicisteis traidores y asesinos(BS); 53 vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles(BT) y sin embargo no la guardasteis.

Martirio de Esteban

54 Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos[ag](BU), y crujían los dientes contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo(BV), fijos los ojos en el cielo(BW), vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios(BX); 56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos(BY), y al Hijo del Hombre(BZ) de pie a la diestra de Dios. 57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él. 58 Y echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearle(CA); y los testigos(CB) pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo(CC). 59 Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba al Señor(CD) y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. 60 Y cayendo de rodillas(CE), clamó en alta voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado(CF). Habiendo dicho esto, durmió[ah](CG).

Footnotes

  1. Hechos 7:6 Lit., los esclavizarían y maltratarían
  2. Hechos 7:7 O, adorarán
  3. Hechos 7:8 O, un pacto
  4. Hechos 7:12 Lit., oyó
  5. Hechos 7:12 O, trigo
  6. Hechos 7:13 Lit., y fue manifestado a
  7. Hechos 7:19 Lit., nuestra raza
  8. Hechos 7:19 O, fueran echados fuera para morir
  9. Hechos 7:20 Lit., a Dios
  10. Hechos 7:21 Lit., expuesto
  11. Hechos 7:21 O, lo adoptó
  12. Hechos 7:23 Lit., surgió
  13. Hechos 7:24 Lit., tomó venganza por el
  14. Hechos 7:24 O, hiriendo
  15. Hechos 7:25 O, salvación
  16. Hechos 7:25 Lit., por mano suya
  17. Hechos 7:26 O, maltratáis
  18. Hechos 7:27 O, maltratando
  19. Hechos 7:34 Lit., y ven acá
  20. Hechos 7:35 Lit., ha enviado
  21. Hechos 7:35 Lit., la mano
  22. Hechos 7:36 O, milagros
  23. Hechos 7:37 O, como me levantó a mí
  24. Hechos 7:38 O, iglesia
  25. Hechos 7:38 Lit., oráculos
  26. Hechos 7:39 Lit., ser obedientes
  27. Hechos 7:42 O, adoraran
  28. Hechos 7:42 I.e., los cuerpos celestes
  29. Hechos 7:45 Lit., en la
  30. Hechos 7:45 O, los gentiles
  31. Hechos 7:46 Lit., Quien
  32. Hechos 7:46 Muchos mss. antiguos dicen: para la Casa; la Septuaginta en Sal. 132:5, dice: Dios
  33. Hechos 7:54 Lit., aserrados en sus corazones
  34. Hechos 7:60 O, expiró