²² Porque el Señor es nuestro juez^(A),
El Señor es nuestro legislador^(B),
El Señor es nuestro rey^(C);
Él nos salvará^(D).

²⁵ Ciertamente así dice el Señor:
«Aun los cautivos del poderoso serán recobrados^(A),
Y rescatada será la presa del tirano.
Con el que luche contigo Yo lucharé,
Y salvaré a tus hijos^(B).

²⁶ Haré comer a tus opresores^(A) su propia carne^(B),
Y como si fuera vino dulce, con su sangre se embriagarán.
Y toda carne^[a] sabrá que Yo, el Señor, soy tu Salvador^(C)
Y tu Redentor^(D), el Poderoso de Jacob».

¹⁶ Y mamarás la leche de las naciones,
Mamarás al pecho de los reyes^(A).
Entonces sabrás que Yo, el Señor, soy tu Salvador^(B)
Y tu Redentor^(C), el Poderoso de Jacob.