Add parallel Print Page Options

Todos tus oficiales huyeron juntos; sin arcos fueron apresados. Todos los que se encontraron en ti fueron prendidos juntos, a pesar de que habían huido lejos. Por esto he dicho: “Dejen de mirarme; lloraré amargamente. No insistan en consolarme por la destrucción de la hija de mi pueblo”. Porque este es día de alboroto, de atropello y de confusión, de parte del SEÑOR Dios de los Ejércitos en el Valle de la Visión, para derribar las murallas y gritar a las montañas.

Read full chapter