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Su provisión era de las sementeras que crecen con las muchas aguas del Nilo, de la mies del río. Fué también feria de gentes.

Avergüénzate, Sidón, porque la mar, la fortaleza de la mar habló, diciendo: Nunca estuve de parto, ni parí, ni crié mancebos, ni levanté vírgenes.

En llegando la fama á Egipto, tendrán dolor de las nuevas de Tiro.

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