Add parallel Print Page Options

Castigo para los rebeldes

65 «He ayudado a los que no me pedían ayuda,
    he dejado que me encontraran los que no me buscaban.
Le dije: “Aquí estoy, aquí estoy”
    a una nación que no me llamaba por mi nombre.
Extendí mis manos todo el día
    a un pueblo rebelde que andaba en malos pasos,
    siguiendo sus malos pensamientos.
Son un pueblo que en mi propia cara
    continuamente me ha provocado,
haciendo sacrificios en jardines
    y ofreciendo incienso en altares.[a]
Se sentaban en los sepulcros
    y pasaban la noche en cuevas;
comían carne de cerdo
    y hacían en sus ollas comidas impuras.
Dicen: “Apártate, no te me acerques,
    porque soy demasiado santo para ti”.
Gente así es como humo en mi nariz,
    como fuego que arde todo el día.

»Fíjate, está escrito ante mí,
    y no voy a quedarme callado.
Voy a darles el pago que se merecen,
    les voy a dar su merecido en su regazo.

Read full chapter

Footnotes

  1. 65:3 sacrificios […] en altares Prácticas de adoración a dioses falsos.