Add parallel Print Page Options

Se sentaban en los sepulcros
    y pasaban la noche en cuevas;
comían carne de cerdo
    y hacían en sus ollas comidas impuras.
Dicen: “Apártate, no te me acerques,
    porque soy demasiado santo para ti”.
Gente así es como humo en mi nariz,
    como fuego que arde todo el día.

»Fíjate, está escrito ante mí,
    y no voy a quedarme callado.
Voy a darles el pago que se merecen,
    les voy a dar su merecido en su regazo.

Read full chapter