Las mujeres de Jerusalén

Mujeres indolentes,
    ¡levántense y escúchenme!
Hijas que se sienten tan confiadas,
    ¡presten atención a lo que voy a decirles!

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Advertencia a las mujeres de Jerusalén

¡Levántense, mujeres indolentes! ¡Escuchen mi voz y mis razones, mujeres confiadas!

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Advertencia a las mujeres de Jerusalén

Levantaos, mujeres indolentes(A),
y oíd mi voz;
hijas confiadas,
prestad oído a mi palabra(B).

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23 Escuchen, oigan mi voz;
    presten atención, oigan mi palabra:

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23 Presten atención, y escuchen mi voz; atiéndanme, y escuchen mis palabras.

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23 Escuchad y oíd mi voz,
prestad atención y oíd mis palabras.

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37 —¡Así que eres rey! —le dijo Pilato.

Jesús contestó:

—Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.

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37 Le dijo entonces Pilato: «¿Así que tú eres rey?» Respondió Jesús: «Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.»

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37 Pilato entonces le dijo: ¿Así que tú eres rey? Jesús respondió: Tú dices que soy rey(A). Para esto yo he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad(B). Todo el que es de la verdad escucha mi voz(C).

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El prudente y el insensato(A)

46 »¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo? 47 Voy a decirles a quién se parece todo el que viene a mí, oye mis palabras y las pone en práctica: 48 Se parece a un hombre que al construir una casa cavó bien hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida. 49 Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre que construyó una casa sobre tierra y sin cimientos. Tan pronto como la azotó el torrente, la casa se derrumbó y el desastre fue terrible».

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Los dos cimientos(A)

46 »¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les mando hacer? 47 Les voy a decir como quién es el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica: 48 Es como quien, al construir una casa, cava hondo y pone los cimientos sobre la roca. En caso de una inundación, si el río golpea con ímpetu la casa, no logra sacudirla porque está asentada sobre la roca. 49 Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica, es como quien construye su casa sobre el suelo y no le pone cimientos. Si el río golpea con ímpetu la casa, la derrumba y la deja completamente en ruinas.»

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Los dos cimientos

46 ¿Y por qué me llamáis: «Señor, Señor(A)», y no hacéis lo que yo digo? 47 (B)Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las pone en práctica[a], os mostraré a quién es semejante: 48 es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo[b] y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente[c] dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida. 49 Pero el que ha oído y no ha hecho nada, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin echar cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa.

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Footnotes

  1. Lucas 6:47 Lit., hace
  2. Lucas 6:48 Lit., cavó y ahondó
  3. Lucas 6:48 Lit., río, y así en el vers. 49