Profecía de Jeremías a los judíos en Egipto

44 Palabra que vino a Jeremías para todos los judíos que moraban en la tierra de Egipto, los que moraban en Migdol, en Tafnes^(A), en Menfis^[a](B) y en la tierra de Patros^(C), diciendo:

²⁶ Pero^[a] oíd la palabra del Señor, todo Judá, los que habitáis en la tierra de Egipto: «He aquí, he jurado por mi gran nombre» —dice el Señor^(A)— «que nunca más será invocado mi nombre^(B) en toda la tierra de Egipto por boca de ningún hombre de Judá, diciendo: “Vive el Señor Dios^[b](C)”. ²⁷ He aquí, velo sobre ellos para mal y no para bien^(D), y serán acabados todos los hombres de Judá que están en la tierra de Egipto por la espada y por el hambre hasta que sean totalmente exterminados^[c](E). ²⁸ Y los que escapen de la espada, pocos en número^[d], volverán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá^(F). Entonces sabrá todo el remanente de Judá que ha ido a la tierra de Egipto^(G) para residir allí, qué palabra ha de permanecer, si la mía^(H) o la de ellos. ²⁹ Y esta será la señal para vosotros» —declara el Señor^(I)— «de que os voy a castigar en este lugar, para que sepáis que ciertamente mis palabras permanecerán^(J) para mal contra vosotros». ³⁰ Así dice el Señor: «He aquí, entregaré a Faraón Hofra, rey de Egipto, en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida, así como entregué a Sedequías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia^(K), su enemigo, que buscaba su vida^(L)».