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»”El SEÑOR dice: En ese momento sacarán de sus tumbas los huesos de los reyes y de los gobernantes, de los sacerdotes y de los profetas, y de los habitantes de Jerusalén. Los dejarán expuestos al sol, la luna y las estrellas, a los que ellos amaron, sirvieron, consultaron y adoraron. Nadie recogerá esos huesos para enterrarlos, así que quedarán como estiércol sobre la faz de la tierra. El resto que sobreviva de esta perversa nación, en todo lugar a donde yo los haya esparcido, preferirá la muerte a la vida”. Es la decisión del SEÑOR Todopoderoso.

Traición y castigo

»Pero tú les dirás que esto dice el SEÑOR:

»”Los que caen, ¿acaso no se levantan?
    El que se desvía, ¿acaso no vuelve al camino?
Entonces, ¿por qué este pueblo sigue alejándose de mí?
    ¿Por qué Jerusalén siempre está alejándose de mí?
Se creen sus propias mentiras;
    no quieren volver a mí.
He escuchado con atención;
    lo que ellos dicen no es cierto.
No hay ni uno que se arrepienta de su maldad y diga:
    “¿Qué es lo que he hecho?”
Todos ellos siguen su propia carrera,
    como caballo que se lanza a la batalla.
Hasta la cigüeña en el cielo
    conoce sus estaciones;
la tórtola, la golondrina y la grulla
    saben cuándo es hora de emigrar.
Pero mi pueblo no presta atención
    lo que el SEÑOR manda.

»”¿Cómo es que ustedes dicen:
    ‘Tenemos las enseñanzas del SEÑOR así que somos sabios’?
Pero en verdad los escribas mentirosos
    han distorsionado su significado.
Pero esos sabios quedarán en ridículo,
    acobardados y atrapados.
Ellos han rechazado las enseñanzas del SEÑOR,
    entonces, ¿qué sabiduría es esa?
10 Por eso, les daré sus esposas a otros hombres,
    y sus tierras a otros dueños.
Porque desde el más chico hasta el más grande de Judá
    andan viendo a ver qué se roban.
Los profetas y los sacerdotes
    son todos unos estafadores.
11 Porque curan las heridas de mi pueblo de manera superficial,
    y dicen: ‘Todo quedará en paz, tranquilos’,
    cuando en realidad todo está mal.
12 ¿Acaso les ha dado vergüenza
    por las cosas horrendas que han hecho?
No les ha dado vergüenza de nada,
    ni siquiera saben lo que es avergonzarse.
Por eso caerán junto con todos los demás;
    cuando castigue a los otros, ellos también caerán.
    Es la decisión del SEÑOR.

13 »”Esto dice el SEÑOR: Les quitaré sus cosechas,
    no habrá uvas en los viñedos,
    ni higos en la higuera;
hasta las hojas se secarán.
    Lo que les he dado desaparecerá de sus manos”.

14 »¿Qué estamos haciendo aquí sentados?
    Reúnanse y vámonos a las ciudades fortificadas.
Si el SEÑOR nuestro Dios nos va a destruir,
    entonces que nos maten allá.
Hemos pecado en contra del SEÑOR,
    y por eso él nos ha dado a beber agua envenenada.
15 Esperaban tener paz,
    pero no ha llegado nada bueno.
Esperaban que él los perdonara,
    pero sólo ha llegado el desastre.
16 Desde Dan se escucha el resoplar de sus caballos;
    la tierra tiembla cuando relinchan.
Vienen a destruir el país
    y todo lo que hay en él.
Vienen a destruir cada ciudad
    y a todos sus habitantes.

17 »Voy a enviar serpientes venenosas[a]
    para que los ataquen;
y ninguna magia los salvará de ellas».
    Es la decisión del SEÑOR.

18 Me invade la tristeza,
    me duele el corazón.
19 Escucho el lamento de mi pueblo
    que desde tierras lejanas dice:
«¿Ya no está en Sion el SEÑOR?
    ¿Ya no está allí el rey de Sion?»

Pero él responde: «¿Por qué provocaron mi ira
    con sus ídolos inútiles y extranjeros?»

20 Y el pueblo dice: «Pasó la época de la cosecha,
    se terminó el verano, y no hemos sido salvados».

21 Mi pueblo sufre y me duele su sufrimiento.
    Estoy muy triste, la desesperación se ha apoderado de mí.
22 ¿Es que no hay medicina en Galaad?
    ¿Acaso no hay allí algún médico?
¿Por qué, entonces, no han sido sanadas
    las heridas de mi pueblo?

Footnotes

  1. 8:17 serpientes venenosas Referencia probable a los enemigos de Judá.

En aquel tiempo, dice Jehová, sacarán los huesos de los reyes de Judá, y los huesos de sus príncipes, y los huesos de los sacerdotes, y los huesos de los profetas, y los huesos de los moradores de Jerusalén, fuera de sus sepulcros; y los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del cielo, a quienes amaron y a quienes sirvieron, en pos de quienes anduvieron, a quienes preguntaron, y ante quienes se postraron. No serán recogidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra. Y escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quede de esta mala generación, en todos los lugares adonde arroje yo a los que queden, dice Jehová de los ejércitos.

Les dirás asimismo: Así ha dicho Jehová: El que cae, ¿no se levanta? El que se desvía, ¿no vuelve al camino? ¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido volverse. Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla. Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.

¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas. Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aquí que aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué sabiduría tienen? 10 Por tanto, daré a otros sus mujeres, y sus campos a quienes los conquisten; porque desde el más pequeño hasta el más grande cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño. 11 Y curaron la herida de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.(A) 12 ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado en lo más mínimo, ni supieron avergonzarse; caerán, por tanto, entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Jehová.(B) 13 Los cortaré del todo, dice Jehová. No quedarán uvas en la vid, ni higos en la higuera, y se caerá la hoja; y lo que les he dado pasará de ellos.

14 ¿Por qué nos estamos sentados? Reuníos, y entremos en las ciudades fortificadas, y perezcamos allí; porque Jehová nuestro Dios nos ha destinado a perecer, y nos ha dado a beber aguas de hiel, porque pecamos contra Jehová. 15 Esperamos paz, y no hubo bien; día de curación, y he aquí turbación. 16 Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos; al sonido de los relinchos de sus corceles tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, a la ciudad y a los moradores de ella. 17 Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides contra los cuales no hay encantamiento, y os morderán, dice Jehová.

Lamento sobre Judá y Jerusalén

18 A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí. 19 He aquí voz del clamor de la hija de mi pueblo, que viene de la tierra lejana: ¿No está Jehová en Sion? ¿No está en ella su Rey? ¿Por qué me hicieron airar con sus imágenes de talla, con vanidades ajenas? 20 Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos. 21 Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.

22 ¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?