Add parallel Print Page Options

18 ¿Por qué no cesa mi dolor?
    ¿Por qué es incurable mi herida?
    ¿Por qué se resiste a sanar?
¿Serás para mí un torrente engañoso
    de aguas no confiables?

19 Por eso, así dice el Señor:

«Si te arrepientes,
    yo te restauraré y podrás servirme.
Si evitas hablar en vano,
    y hablas lo que en verdad vale,
    tú serás mi portavoz.
Que ellos se vuelvan hacia ti,
    pero tú no te vuelvas hacia ellos.
20 Haré que seas para este pueblo
    como invencible muro de bronce;
pelearán contra ti,
    pero no te podrán vencer,
porque yo estoy contigo
    para salvarte y librarte
            —afirma el Señor—.

Read full chapter