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Dios dice[a]: Si un hombre se divorcia de su mujer,
y ella se va de su lado
y llega a ser de otro hombre,
¿volverá él a ella?
¿No quedará esa tierra totalmente profanada(A)?
Pues tú eres una ramera con muchos amantes[b](B),
y sin embargo, vuelves a mí(C) —declara el Señor.
Alza tus ojos a las alturas(D) desoladas y mira:
¿dónde no te has prostituido?
Junto a los caminos te sentabas para ellos(E)
como el árabe en el desierto,
y has profanado la tierra(F)
con tu prostitución y tu maldad.
Por eso fueron detenidas las lluvias(G),
y no hubo lluvia de primavera;
pero tú tenías frente de ramera,
no quisiste avergonzarte(H).
¿No acabas de llamarme:
«Padre mío(I), tú eres el amigo[c](J) de mi juventud(K)», pensando:
«¿Guardará rencor para siempre(L)?
¿Estará indignado[d] hasta el fin?».
He aquí, así has hablado,
pero has hecho lo malo,
y has hecho tu voluntad[e].

Infidelidad de Israel y de Judá

Y el Señor me dijo en días del rey Josías: ¿Has visto lo que hizo la infiel Israel? Ella andaba sobre todo monte alto y bajo todo árbol frondoso, y allí fornicaba[f](M). Y me dije: «Después que ella haya hecho todas estas cosas, volverá a mí»; mas no regresó(N), y lo vio su pérfida hermana Judá(O). Y vio[g] que a causa de todos los adulterios de la infiel Israel, yo la había despedido, dándole carta de divorcio(P); con todo, su pérfida hermana Judá no tuvo temor, sino que ella también fue y se hizo ramera(Q). Y sucedió que por la liviandad con que fornicó, profanó la tierra(R), y cometió adulterio con la piedra y con el leño(S). 10 A pesar de todo esto, su pérfida hermana Judá tampoco se volvió a mí de todo corazón(T), sino con engaño —declara el Señor.

11 Y el Señor me dijo: Más justa ha probado ser la infiel Israel que la pérfida Judá(U).

12 Ve y proclama estas palabras al norte, y di:
«Regresa, infiel Israel(V)» —declara el Señor—,
«no te miraré[h] con ira(W),
porque soy misericordioso» —declara el Señor—;
«no guardaré rencor para siempre(X).
13 Solo reconoce tu iniquidad,
pues contra el Señor tu Dios te has rebelado(Y),
has repartido tus favores[i] a los extraños(Z) bajo todo árbol frondoso(AA),
y no has obedecido mi voz» —declara el Señor.

14 «Volved, hijos infieles» —declara el Señor—, «porque yo soy vuestro dueño(AB), y os tomaré, uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os llevaré a Sión(AC)». 15 Entonces os daré pastores según mi corazón, que os apacienten(AD) con conocimiento y con inteligencia(AE). 16 Y sucederá que en aquellos días, cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra —declara el Señor— no se dirá más: «Arca del pacto del Señor»; no les vendrá a la mente ni la recordarán, no la echarán de menos ni será hecha de nuevo(AF). 17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: «Trono del Señor(AG)»; y todas las naciones acudirán a ella(AH), a Jerusalén, a causa del nombre del Señor(AI); y no andarán más tras la terquedad de su malvado corazón(AJ). 18 En aquellos días andará la casa de Judá con la casa de Israel(AK), y vendrán juntas de la tierra del norte(AL) a la tierra que di en heredad a vuestros padres(AM).

19 Yo había dicho:
«¡Cómo quisiera ponerte entre mis[j] hijos,
y darte una tierra deseable,
la más hermosa heredad de las naciones(AN)!».
Y decía: «Padre mío(AO) me llamaréis,
y no os apartaréis de seguirme».
20 Ciertamente, como una mujer se aparta pérfidamente de su amado[k],
así habéis obrado pérfidamente conmigo(AP),
oh casa de Israel —declara el Señor.

21 Se oye una voz sobre las alturas desoladas,
el llanto de las súplicas de los hijos de Israel;
porque han pervertido su camino(AQ),
han olvidado al Señor su Dios(AR).
22 Volved, hijos infieles,
yo sanaré vuestra infidelidad(AS).
Aquí estamos, venimos a ti,
porque tú, el Señor, eres nuestro Dios.
23 Ciertamente engaño son las colinas(AT),
y el tumulto sobre los montes;
ciertamente, en el Señor nuestro Dios
está la salvación de Israel(AU).

24 Pero lo vergonzoso consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud: sus ovejas y sus vacas, sus hijos y sus hijas(AV). 25 Acostémonos en nuestra vergüenza, y que nos cubra nuestra humillación; porque hemos pecado contra el Señor nuestro Dios, nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud hasta hoy(AW), y no hemos obedecido la voz del Señor nuestro Dios(AX).

Footnotes

  1. Jeremías 3:1 Lit., Diciendo
  2. Jeremías 3:1 Lit., compañeros
  3. Jeremías 3:4 Lit., guía
  4. Jeremías 3:5 Lit., Lo guardará
  5. Jeremías 3:5 Lit., y has podido
  6. Jeremías 3:6 O, era ramera
  7. Jeremías 3:8 Así en un ms. y en versiones antiguas; en el T.M., vi
  8. Jeremías 3:12 Lit., no haré que mi rostro caiga sobre vosotros
  9. Jeremías 3:13 Lit., caminos
  10. Jeremías 3:19 Lit., los
  11. Jeremías 3:20 O, compañero

Dicen: Si alguno dejare a su mujer, y yéndose esta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí! dice Jehová. Alza tus ojos a las alturas, y ve en qué lugar no te hayas prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra. Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza. A lo menos desde ahora, ¿no me llamarás a mí, Padre mío, guiador de mi juventud? ¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.

Jehová exhorta a Israel y a Judá al arrepentimiento

Me dijo Jehová en días del rey Josías:(A) ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica. Y dije: Después de hacer todo esto, se volverá a mí; pero no se volvió, y lo vio su hermana la rebelde Judá. Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó. Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño. 10 Con todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová.

11 Y me dijo Jehová: Ha resultado justa la rebelde Israel en comparación con la desleal Judá. 12 Ve y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo. 13 Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y fornicaste con los extraños debajo de todo árbol frondoso, y no oíste mi voz, dice Jehová.

14 Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion; 15 y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia. 16 Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra, en esos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de Jehová; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la echarán de menos, ni se hará otra. 17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón. 18 En aquellos tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel, y vendrán juntamente de la tierra del norte a la tierra que hice heredar a vuestros padres.

19 Yo preguntaba: ¿Cómo os pondré por hijos, y os daré la tierra deseable, la rica heredad de las naciones? Y dije: Me llamaréis: Padre mío, y no os apartaréis de en pos de mí. 20 Pero como la esposa infiel abandona a su compañero, así prevaricasteis contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová. 21 Voz fue oída sobre las alturas, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado. 22 Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios. 23 Ciertamente vanidad son los collados, y el bullicio sobre los montes; ciertamente en Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel.

24 Confusión consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud; sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas. 25 Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre; porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día, y no hemos escuchado la voz de Jehová nuestro Dios.