Add parallel Print Page Options

24 Damasco desfallece;
    trató de huir, pero la dominó el pánico.
Se halla presa de la angustia y el dolor,
    como si estuviera de parto.
25 ¿Por qué no ha sido abandonada
    la ciudad famosa, la que era mi delicia?
26 En aquel día sus jóvenes
    quedarán tendidos en las calles;
    ¡perecerán todos sus soldados!
            —afirma el Señor Todopoderoso—.

Read full chapter