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10 Pero él le dijo: Como habla cualquier mujer necia, has hablado. ¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal(A)? En todo esto Job no pecó con sus labios(B).

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10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.

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13 Guarda tu lengua del mal(A),
y tus labios de hablar engaño(B).

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13 Guarda tu lengua del mal,

Y tus labios de hablar engaño.

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Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas(A). Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego(B)! Y la lengua es un fuego(C), un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo(D), es encendida por el infierno[a](E) e inflama el curso[b] de nuestra vida[c]. Porque todo género[d] de fieras y de aves, de reptiles y de animales marinos, se puede domar y ha sido domado por el género[e] humano, pero ningún hombre puede domar la lengua; es un mal turbulento y lleno de veneno mortal(F). Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre(G), y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios(H); 10 de la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 11 ¿Acaso una fuente por la misma abertura echa agua dulce y amarga? 12 ¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas(I), o una vid higos? Tampoco la fuente de agua salada puede producir agua dulce.

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Footnotes

  1. Santiago 3:6 Gr., guéenna
  2. Santiago 3:6 Lit., la rueda
  3. Santiago 3:6 O, existencia, u, origen
  4. Santiago 3:7 Lit., naturaleza
  5. Santiago 3:7 Lit., naturaleza

Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!

Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.(A) 10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? 12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

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