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Noveno discurso de Job: respuesta a Bildad

26 Entonces Job habló de nuevo:

«¡Qué manera de ayudar a los indefensos!
    ¡Cómo salvas a los débiles!
¡Cómo has iluminado mi estupidez!
    ¡Qué consejo tan sabio has ofrecido!
¿De dónde sacaste esas frases tan sabias?
    ¿El espíritu de quién habla por medio de ti?

»Tiemblan los muertos:
    los que habitan debajo de las aguas.
El averno[a] está desnudo en presencia de Dios;
    el lugar de destrucción[b] está al descubierto.
Dios extiende el cielo del norte sobre el espacio vacío
    y cuelga a la tierra sobre la nada.
Envuelve la lluvia con sus densas nubes
    y las nubes no estallan con el peso.
Él cubre el rostro de la luna[c]
    y la envuelve con las nubes.
10 Él creó el horizonte cuando separó las aguas;
    estableció los límites entre el día y la noche.
11 Los cimientos del cielo tiemblan;
    se estremecen ante su reprensión.
12 El mar se calmó por su poder;
    con su destreza aplastó al gran monstruo marino.[d]
13 Su Espíritu hizo hermosos los cielos,
    y su poder atravesó a la serpiente deslizante.
14 Eso es solo el comienzo de todo lo que él hace,
    apenas un susurro de su poder.
    ¿Quién podrá, entonces, comprender el trueno de su poder?».

Footnotes

  1. 26:6a En hebreo Seol.
  2. 26:6b En hebreo Abadón.
  3. 26:9 O cubre su trono.
  4. 26:12 En hebreo Rahab, nombre de un mítico monstruo marino que en la literatura antigua representa el caos.

Job proclama la soberanía de Dios

26 Respondió Job, y dijo:

¿En qué ayudaste al que no tiene poder?

¿Cómo has amparado al brazo sin fuerza?

¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia,

Y qué plenitud de inteligencia has dado a conocer?

¿A quién has anunciado palabras,

Y de quién es el espíritu que de ti procede?

Las sombras tiemblan en lo profundo,

Los mares y cuanto en ellos mora.

El Seol está descubierto delante de él, y el Abadón no tiene cobertura.

Él extiende el norte sobre vacío,

Cuelga la tierra sobre nada.

Ata las aguas en sus nubes,

Y las nubes no se rompen debajo de ellas.

Él encubre la faz de su trono,

Y sobre él extiende su nube.

10 Puso límite a la superficie de las aguas,

Hasta el fin de la luz y las tinieblas.

11 Las columnas del cielo tiemblan,

Y se espantan a su reprensión.

12 Él agita el mar con su poder,

Y con su entendimiento hiere la arrogancia suya.

13 Su espíritu adornó los cielos;

Su mano creó la serpiente tortuosa.

14 He aquí, estas cosas son solo los bordes de sus caminos;

¡Y cuán leve es el susurro que hemos oído de él!

Pero el trueno de su poder, ¿quién lo puede comprender?