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Mi carne está cubierta de gusanos, y de costras terrosas;
Mi piel, hendida y abominable.
Mis días han pasado más veloces que la lanzadera del tejedor,
Y fenecieron sin esperanza.

Acuérdate que mi vida es soplo,
Y que mis ojos no volverán a ver la dicha.

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Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo;

Mi piel hendida y abominable.

Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor,

Y fenecieron sin esperanza.

Acuérdate que mi vida es un soplo,

Y que mis ojos no volverán a ver el bien.

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